MÉXICO. No lo han nombrado directamente, pero las reivindicaciones en favor del libre comercio, el medioambiente y las críticas al populismo lanzadas ayer por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y la canciller alemana, Ángela Merkel, tenían un claro destinatario: Donald Trump.
“Comparto la visión que (Ángela Merkel) tiene en diferentes ámbitos y creemos en la apertura comercial, el libre comercio, las sociedades democráticas y la defensa de los derechos humanos”, dijo Peña Nieto.
Por su parte, la canciller, en una fugaz visita al país, exhibió sintonía con el líder mexicano, a quien agradeció su predisposición a participar en la próxima cumbre del G20 a inicios de julio en Hamburgo, que se vislumbra como un nuevo pulso contra el presidente estadounidense.
“Los dos queremos hacer un aporte en un mundo convulso y, a través del G20, aportar un poco de estabilidad”, destacó la canciller alemana, quien aplaudió también la cooperación de México en materia de cambio climático.
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Este tema, que también subrayó Peña Nieto, colocó de nuevo a las dos naciones del lado contrario a Trump, que a inicios de mes decidió retirar a su país del Acuerdo de París.
Aunque hubo muchos compromisos verbales, ninguno de los dos líderes reveló acuerdos concretos tras la reunión privada, aunque la visita se vendió como la oportunidad perfecta para intensificar comercio e inversiones.
Esto no hace sino reforzar la idea de que este encuentro, ante todo, era un sutil dardo a Trump por parte de Merkel a las puertas de su casa, México.
“Los intentos de explicar cosas difíciles y complejas de nuestro mundo interconectado mediante respuestas muy simples (...) están condenados al fracaso; no creo en estas respuestas simples”, aseveró Merkel sobre los peligros del populismo.
En el encuentro no faltaron momentos para hablar de los acuerdos comerciales que relacionan a México, Estados Unidos y Alemania.
De un lado, Merkel se mostró convencida de que para finales de año se habrá modernizado el Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea.
A su vez, Peña Nieto manifestó su interés en la actualización de este acuerdo que “habrá de potenciar el volumen de comercio” con la región europea, y agradeció a Merkel su interés, recordando que su nación es el primer socio comercial de México entre los países de la UE y el quinto a nivel mundial.
La armonía subrayada entre ambos solo estuvo en duda cuando Merkel resaltó la situación “dramática” de los desaparecidos en México, el “reto difícil” del crimen organizado y la violencia contra la prensa.