LONDRES. Mucho antes de que el Estado Islámico se atribuyera los dos atentados del sábado en Londres, la madre de una de las víctimas relataba a los medios ayer que uno de los atacantes dijo antes de apuñalarlo que lo hacía por el Islam y por su familia.
Elizabeth O’Neill, la madre de Daniel, de 23 años, el herido, afirmó a la salida del Hospital King’s College, al sur de Londres, a los periodistas congregados que el chico se encontraba con su novia saliendo de un local cuando fue agredido por un hombre que blandía un cuchillo.
“Acababa de salir del bar y se le acercó corriendo un hombre que le dijo ‘Esto es por mi familia, esto es por el Islam’ y le clavó un cuchillo”, relató la mujer, quien indicó que si bien todavía no hay un diagnóstico claro sobre el estado de salud de su hijo, los médicos no pueden descartar que haya podido sufrir daño en un riñón por el ataque.
La madre de Daniel O’Neill, que al parecer entró de nuevo en el bar tras ser acuchillado mientras su atacante huía, reveló también que el joven tiene ahora una “cicatriz de 17 centímetros que va desde la barriga hacia la espalda”.
“Hubo disparos, (los agentes) le dijeron a todo el mundo que se tumbara y después que se fueran a la parte de abajo del bar”, agregó la señora.
“Estas personas dicen que cometen estos actos en nombre de Dios, lo que es una broma absoluta”, apuntó en relación a los terroristas.
Más tarde, a través de un comunicado, el EI dijo que los tres atacantes pertenecían a su organización: “Una unidad de seguridad de combatientes de ISIS perpetró los ataques de ayer en Londres”, dijo EI.
El ataque, perpetrado el sábado sobre las 21.00 GMT, comenzó con un furgón que arrollaba a viandantes en el Puente de Londres, del que posteriormente salieron tres hombres con cuchillos que atacaron indiscriminadamente a ciudadanos en el cercano mercado de Borough.
Estos hechos vuelven a poner pánico en la ciudad londinense luego de que terroristas del EI perpetraran el pasado marzo un ataque similar en el puente de Westminster y a escasas semanas de que un terrorista suicida provocara una explosión en el estadio Manchester Arena en que murieron 22 personas que disfrutaban un concierto y decenas resultaran heridas.
A consecuencia del ataque del sábado murieron 7 personas y 48 fueron hospitalizadas en cinco centros médicos de la ciudad, de las que 36 sigue ingresadas y de ellas 21 “en estado crítico”, según las últimas informaciones de los servicios de emergencia.
La Policía británica había detenido hasta ayer a doce personas tras haber efectuado varias redadas en el barrio de Barking, al este de la capital, por su presunta vinculación con lo sucedido.
Según ha indicado en un comunicado, entre los arrestados hay cinco hombres de entre 27 y 55 años (aunque este último fue posteriormente puesto en libertad) y siete mujeres de entre 19 y 60 años. Todos han sido arrestados por “acto de terrorismo”.
Los hechos del sábado vuelven a sembrar terror en la capital inglesa y la duda de si los dispositivos de seguridad o las estrategias contra los terroristas están funcionando.
Autoridades bajo presión
“Es hora de decir que ya es suficiente”, sentenció este domingo la primera ministra británica, Theresa May, y anunció un endurecimiento de la estrategia antiterrorista del país, después del ataque en el centro de Londres, el tercero que se produce en suelo británico en menos de tres meses.
Sostuvo May que hay “demasiada tolerancia con el extremismo” en Reino Unido y anunció una serie de planes para combatir “la malvada ideología del islamismo extremista”. Entre ellos, eliminar los “espacios seguros que necesita para desarrollarse”, tanto en Internet como en “el mundo real”, y entregar a la policía “todos los poderes que necesita”.
El ministro de Exteriores, Boris Johnson, fue incluso más allá al declarar que “los pozos de la tolerancia se están secando”.
May también advirtió: “Si necesitamos aumentar la duración de las condenas por crímenes relacionados con el terrorismo, incluso delitos aparentemente menos graves, eso es lo que haremos”.
El atentado del sábado ha resultado un hecho sin precedentes por la cantidad de balas utilizadas para abatir a los atacantes, reconocieron autoridades policiales.
Scotland Yard aún no ha desvelado la identidad de los tres agresores, abatidos por unos 50 disparos de ocho agentes que acudieron al lugar del incidente.
Oficiales armados que respondieron al atentado terrorista del Puente de Londres dispararon una cifra de balas “sin precedentes” contra los tres atacantes debido a que ellos llevaban lo que parecían cinturones con explosivos, dijo la policía.
Posteriormente se determinó que los cinturones con explosivos eran falsos, lo que sugiere que los atacantes los usaron deliberadamente para asegurarse de que serían abatidos. Rowley dijo que no estaba “sorprendido” por la respuesta de la policía.
La oficina de Rowley es la principal contra el terrorismo en el país, informó CNN.
Solidaridad mundial
Mientras tanto, los ciudadanos han depositado flores y otros objetos en respeto a la memoria de las víctimas.
Tras los atentados, distintos líderes mundiales han expresado su solidaridad con las víctimas y han condenado el ataque terrorista, entre ellos, Emmanuel Macron (Francia), Justin Trudeau (Canadá), Donald Trump (EE. UU.), Vladimir Putin (Rusia).
Pero en medio de todo, el presidente estadounidense, Donald Trump, polemizó en Twitter al criticar al alcalde de Londres, Sadiq Khan, al considerar que el alcalde pedía que no se “alarmaran” tras los atentados, pese a la cantidad de muertos y heridos que produjeron.
Pero Khan, quien al parecer se refería a no alarmarse ante una mayor presencia de policías armados en Londres, dijo que Trump estuvo “desinformado”. Mientras que una portavoz del partido laborista Khan indicó, según medios locales, que Trump “sacó de contexto de manera deliberada” las declaraciones del alcalde. -AGENCIAS.