Tras el lanzamiento de 59 misiles tipo Tomahawk desde un portaaviones estadounidense hacia la base aérea de Shayrat, cerca de Homs en Siria, parece haber una escalada de movimientos militares entre dos potencias, Rusia y Estados Unidos.
Tras este ataque a bases del ejército sirio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en una conferencia de prensa desde su mansión en Mar-A-Lago, en Florida, que el bombardeo fue en respuesta al ataque químico en el que se presume que fuerzas oficiales atacaron a la provincia de Idlib, dejando cerca de un centenar de muertos.
La respuesta de Rusia a esta acción estadounidense no se hizo esperar, ya que esta potencia centroeuropea procedió a movilizar sus buques de guerra, en medio del punto más bajo de las relaciones entre estos dos país en los últimos veintisiete años.
Ataque de EEUU recibe elogios, pero es condenado por Rusia
Uno de los puntos centrales en que ambos difieren es su relación con el gobierno sirio, encabezado por Bashar Al-Assad.Estados Unidos considera que el gobierno de Al-Assad es ilegítimo y debe salir del poder. El secretario de Estado, Rex Tillerson, advirtió que ese gobierno está cerca de su final y le dijo a Rusia que podía volverse irrelevante en la región si mantenía su apoyo a este político, al que muchos sin bacilación consideran un dictador.
Por su parte, el mismo Donald Trump ha considerado al presidente sirio un “carnicero” por los ataques químicos y ha manifestado que no tiene duda alguna de la decisión que tomó de bombardear la base aérea de Shayrat.
Horror tras ataque químico en Siria
El mandatario incluso llamó a sus y aliados a trabajar “para poner fin” a la “bárbara” guerra que desde hace años vive este país islámico, al mismo tiempo que agradeció el apoyo de la OTAN ante su decisión de tomar represalias contra Damasco tras el ataque químico.Por su parte, Rusia ha mantenido su apoyo al régimen del presidente sirio, al cual sitúan como un aliado importante y fundamental en el combate al grupo terrorista Estado Islámico.
Por ello, poco después de los ataques a Shayrat, lanzados desde el portaaviones USS Ross en el Mediterráneo, Moscú envió a una de las fragatas más modernas de su Flota del Mar Negro, la Almirante Grigorovich, hacia su base en el puerto sirio de Tartus. Y pocos días después despachó desde la Flota del Mar Báltico a dos corbetas de la clase Steregushchiy junto a sus buques de apoyo para reforzar su presencia en el Mediterráneo, según reportó USNI News.
Mapa por: Infobae
Días después, Estados Unidos también lanzó la “Madre de todas las bombas”, la bomba no nuclear más poderosa, sobre una red de túneles del ISIS en Afganistán.
Esto produjo que el país dirigido por Vladimir Putin le hiciera saber a Estados Unidos que tienen a “el padre de todas las bombas”, un artefacto seis veces más fuerte que el que Estados Unidos lanzó sobre Afganistán.
Finalmente, Rusia ha fortalecido sus posiciones en el Mar Caspio, desde donde ya ha bombardeado a ISIS.
Estados Unidos mantiene cuatro destructores de última generación en el Mar Mediterráneo, incluyendo al Ross y el Porter, y también es apoyado por la OTAN, según informa el portal Infobae.
El ajedrez internacional
Las acciones de Trump contra el régimen de Al-Assad fueron avaladas por otros líderes mundiales, que expresaron que eran necesarias ante los ataques químicos de Idlib.
Arabia Saudí expresó su “apoyo total a las operaciones militares de Estados Unidos a a blancos estratégicos en Siria” y añadió en un comunicado que la decisión del presidente requirió coraje “y representa una respuesta a los crímenes que ese régimen (de Assad) ha cometido”.
ONU aborda el ataque químico en Siria
Jordania, Turquía, Australia, Israel, Japón, Reino Unido y líderes como Ángela Merkel y Francois Hollande también expresaron su apoyo a estos ataques y consideraron que Estados Unidos hizo lo correcto en vista del ataque químico y de muchos otros abusos cometidos por Al-Assad.Rusia, además de vetar una declaración de Naciones Unidas condenando el ataque químico sobre Idlib, se ha mantenido firme en su posición de apoyar al régimen de Al-Assad.