Entrada la tarde, Juana, fue sorprendida por un hombre que le acercó un cuchillo y un par de amenazas; la llevó a una zona boscosa y la violó.
Rubén Galera, de 35 años de edad, fue detenido. Cumplía una condena de 12 años por abuso sexual y se encontraba bajo libertad condicional. Una “condición privilegiada” que fue otorgada por el juez Juan Galarreta en noviembre de 2015, al que Juana Entrático le escribe esta polémica carta:
Señor Juez Galarreta: me dirijo a usted con respeto porque soy educada no porque le tenga respeto. Yo fui violada y torturada 6 horas dentro del vivero de Miramar, por el condenado Rubén César Galera, al cual usted le dio la libertad. (...) Yo le cuento un poquito porque seguramente, para darle la libertad y ponerme a mí en peligro, no debe haber leído ni un poquito de lo que esta bestia hizo conmigo. Me torturó, me violó muchas veces. Me lastimó, me cortó, me recontra cagó a palos y me dejó tirada en un arroyo.
Lo resumo porque me hizo millones de cosas más. (...) Hoy está suelto caminando como si nada hubiese hecho, estuvo en el balneario donde concurro yo, una de mis primas tuvo que salir corriendo al verlo. (...) Estoy con principio de anorexia, me desmayo, vomito y no quiero salir de mi casa. (...) La que le escribe no es ninguna boluda y entiende de leyes. ¿Qué hiciste para darle el beneficio de que este monstruo salga? (...)
Yo le pregunto Sr. juez, ¿tiene madre, hijas, hermanas, mujer? Ojalá que no. No le deseo el mal a nadie solamente a él. Que le toquen un familiar cercano y la hagan mierda como este hijo de puta me hizo a mí. (...) Le pido compasión, no tiene ni idea de la vida que me tocó pasar y "ojo", soy una más de todas las mujeres que violan día a día (...) Te importó nada dejarlo libre.
Estas cosas dan asco, Sr. Juez, impotencia, más dolor a mi alma. Menos ganas de creer en personas como vos. ¿De qué te sirve que esté afuera? Si unas semanas vuelve a violar, vuelve a torturar y si tenemos suerte, la deja viva como a mí.
¿Y si mata qué hacemos con usted? A usted no lo hace más importante su título o sus estudios. Con esto demostró otro fallo más, demostró ser mala persona, “cagarse” en mí. (...) Pero se volvió a cagar en otro caso más, ojalá no haya más como usted.
Ojalá pueda dormir tranquilo, no como yo, que tengo que tomar miles de pastillas para poder descansar. No lo molesto más, porque sé que para usted somos molestia. Desde ya espero su respuesta si tiene un poquito de dignidad.
(Se ha corregido ortografía para comprensión del lector)
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