Letantia Bussell, un dermatólogo de Beverly Hills, dice que aprecia de Donald Trump porque tiene una "personalidad única." Peter Zieve, un ingeniero en Washington, ama Trump porque "el tipo es una persona, no un robot." Daniel Arias, un inmigrante salvadoreño en la Florida, se muestra positivo con Trump porque pondrá fin a los recién llegados "que vienen aquí y que piden cupones de alimentos", asegura el inmigrante.
Ellos son los pocos, los orgullosos, los donantes Trump.
El líder de la contienda presidencial republicano ridiculiza a los donantes e insiste en que es un multimillonario. Sin embargo, hay un botón prominente "donar" en su sitio de la campaña, y ha recaudado más de $ 9.5 millones, incluyendo de alrededor de 200 personas que han dado $ 2,700, el máximo permitido por la ley para la elección primaria.
¿Por qué lo apoya?
Lo que más le atrae de la campaña del candidato republicano es su visión del tema de inmigración, aún y cuando Arias es un inmigrante también.
El salvadoreño de 75 años de edad, inversionista de bienes raíces en Coconut Grove dijo que vino a este país legalmente, gracias a sus hermanas que ya estaban residiendo en Estados Unidos, lo que le hizo más fácil emigrar a los demás miembros de la familia hace ya 30 años.
"Él es el único que va a hacer algo para detener la inmigración ilegal", dijo Arias, quien sostiene que muchos vienen aquí por los beneficios del gobierno y también para "robar y vender drogas." De hecho Trump lanzó su famosa campaña diciendo que algunos inmigrantes mexicanos que ingresaron al país de manera ilegal son "violadores".
Arias es el único que repite con su marcado acento, las palabras y los lemas de Trump.
El precandidato republicano Donald Trump presumió de una holgada victoria en su estado, Nueva York, y advirtió que no será "justo" que si llega a la convención republicana con mayor número de delegados que sus rivales no sea el elegido por el partido.
Trump reaccionó así tras los primeros datos del escrutinio que le dan como ganador claro, por encima de Ted Cruz y John Kasich, desde el lobby de la Torre Trump que posee en la Quinta avenida de Nueva York, acompañado de varios miembros de su familia.