China recorta inversión en proyectos internacionales

Periódico New York Times destaca que China bajó a $11,000 millones el monto de financiamiento para construir un ferrocarril que originalmente era de $16,000 millones

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Fotografía con la que ilustra la publicación The New York Times. Foto EDH /New York Times

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13 April 2019

BEIJING - Cuando se inauguró una línea ferroviaria a través del país en 2017, el primer ministro de Malasia lo calificó como un “cambio de juego”, una importante mejora en el transporte que sería construida y financiada por el dinero chino y las compañías chinas. Fue un proyecto de exhibición para el esfuerzo de China por expandir su influencia geopolítica en todo el mundo a través de un vasto programa de infraestructura, publica The New York Times.

Un año más tarde, el nuevo líder del país cerró el trato como una empresa corrupta y costosa que cargaría al país con demasiada deuda. Calificando el proyecto de “injusto”, pospuso la línea de ferrocarril y prometió renegociar con China, pero ahora, China ha acordado reducir el precio del proyecto en un tercio a $ 11 mil millones, en un reconocimiento tácito de que la economía del acuerdo original ($16,000 millones) no tenía sentido financiero, dice la publicación, se añade.

La concesión a Malasia es parte de una amplia reevaluación del ambicioso programa de infraestructura de China, conocido como la Iniciativa Belt and Road, en la medida en que aumenta la preocupación de que los países están cargados con miles de millones de dólares de deuda por una serie de proyectos innecesarios, apunta NYT.

Para el presidente de China, Xi Jinping, el programa proporcionó una manera de utilizar la influencia económica del país para establecer lazos comerciales y ganar amigos en Asia, África y Europa. Desde que se anunció hace seis años, China ha gastado decenas de miles de millones de dólares en proyectos en Djibouti, Sri Lanka y las Islas Salomón, creando oportunidades en el extranjero para sus compañías nacionales.

Pero China ha enfrentado cada vez más las críticas a la diplomacia de la trampa de la deuda, por prestar enormes sumas de dinero a países vulnerables y luego adquirir activos valiosos cuando no pueden pagar. El año pasado, Sri Lanka tuvo que entregar un puerto después de que se atrasara con los préstamos chinos, apunta la publicación.

Se agrega que a medida que aumentan las presiones en el país y en el extranjero, Beijing ha comenzado a ajustar su enfoque, recortando el gasto en proyectos y atenuando lo que dice. China necesita aliados más que nunca, ya que su economía se desacelera y las tensiones comerciales con Estados Unidos y Europa se intensifican.

Caso salvadoreño

Tal como apunta El NYT, Estados Unidos advirtió en su momento sobre estos riesgos a El Salvador, cuando en agosto de 2018 el gobierno del FMLN decidió romper relaciones diplomáticas con Taiwán para asociarse con China Popular.

“El temor es que se entregue territorio por muchos años y se comprometa de esa manera la soberanía del país, e incluso que se contraigan créditos que posteriormente se quieran cobrar con las áreas concesionadas”, dijeron en esa oportunidad funcionarios estadounidenses que pidieron el anonimato.

Mencionaron las experiencias de Grecia y Sri Lanka, que terminaron entregando puertos y otras áreas en pago por créditos que no pudieron pagar.

Días antes la embajadora, Jean Manes había advertido durante una entrevista a una televisora local que entre los riesgos de la inversión con los chinos se encuentra que “no cumplen con los proyectos” o que hay “proyectos que no han salido bien”.

Agregó la diplomática que en una relación comercial, los chinos “luego pueden querer hacer algo con los militares” en El Salvador.

“Están tratando de encontrar puntos débiles en la región”, dijo Manes y agregó que “otros embajadores” de la región también están “preocupados” y han iniciado una serie de reuniones para “advertir” a los países de no aceptar la inversión de China, la cual califica de “poco transparente”, dijo Manes en aquella ocasión.