En menos de una semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reclamado tres veces que El Salvador, al igual que Honduras y Guatemala, solo toma el dinero estadounidense y no hace nada para frenar la migración hacia su país.
La semana pasada, el presidente estadounidense reclamó a estos tres países y a México por su inacción en la migración hacia su país, luego el viernes por la noche anunciaba que ante ello recortará la ayuda financiera que otorga su gobierno a los países del Triángulo Norte.
Este martes volvió a insistir en su reproche, pero con una variación: en su mensaje ya no recriminó a México por no detener las caravanas de migrantes salvadoreños, sino que felicitó a ese país por capturarlos.
Trump aseguró que México ha aumentado el número de detenciones de migrantes indocumentados en su frontera con Guatemala, después de que la semana pasada amenazara con cerrar el linde sur de EE.UU. si los flujos de inmigración ilegal no disminuían.
“Después de muchos años (décadas), México está deteniendo a un gran número de personas en su frontera sur, principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador ¡Todos han estado tomando dinero de EE.UU. durante años, y sin hacer nada, absolutamente nada, por nosotros”, tuiteó ayer Trump.
Pero el Gobierno de México descartó que se busque un plan para detener migrantes en la frontera sur de su país.
“Tenemos que regular (la migración), regular y regular y darle seguridad”, dijo la ministra del Interior, Olga Sánchez Cordero, al explicar que México está “muy consciente” de que la migración tiene que cambiar, ser regulada y segura.
La funcionaria consideró que los Gobiernos de Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice “tienen que hacer su parte” y señaló que el de Manuel López Obrador “no es un Gobierno represivo, ni que quiera de ninguna manera y por ningún motivo militarizar la frontera”.
También calificó de “unilateral” el anuncio de Estados Unidos de cerrar la frontera común. “Son decisiones unilaterales y como ha dicho el presidente (Andrés Manuel López Obrador) ‘peace and love’”, dijo.
Desde mediados de octubre de 2018, miles de migrantes, en su mayoría hondureños y salvadoreños, iniciaron un éxodo en grupo para sentirse más seguros durante su paso por México, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Miles de indocumentados cruzan cada año el territorio mexicano rumbo a Estados Unidos, pero durante la travesía están expuestos a robos, extorsiones, secuestros e incluso asesinatos por parte de bandas criminales, así como a abusos de autoridades corruptas.
El 23 de marzo una caravana conformada por más de 1,200 migrantes inició una caminata por el sureste de México tras pasar dos meses varados en el estado de Chiapas esperando visa humanitaria.