Tirador que atacó a manifestantes es paramilitar afín al orteguismo

Un vídeo y varias fotografías muestran que un paramilitar dispara con un revólver contra la multitud. El pasado sábado hubo 11 detenidos por la ola de violencia en Nicaragua.

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31 March 2019

La versión de la Policía de Nicaragua sobre un tiroteo durante la manifestación, que el sábado dejó cuatro heridos, fue desmentida este domingo por nicaragüenses opositores, quienes colgaron en internet imágenes que contradicen a la institución.

Según un comunicado emitido la noche del sábado por la Policía, el tiroteo fue ejecutado por personas que protestaban contra el presidente Daniel Ortega, sin embargo, en un vídeo y varias fotografías se observa que es un paramilitar quien dispara contra la multitud.

De acuerdo con los datos divulgados por la Policía de Nicaragua, el hombre, identificado como German Félix Dávila Blanco, de 70 años, no estuvo involucrado en el tiroteo, pero las imágenes contradicen a esta versión.

A Dávila, un antiguo miembro del Ejército Popular Sandinista, se le observa encapuchado, realizando disparos horizontales con un revólver, hasta que un joven salta sobre él para quitarle el arma, que continúa detonando luego de ser derribado.

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Tras despojarlo del arma con violencia, los jóvenes tomaron la identidad del agresor, quien portaba un carné de militante del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en el que indicaba que el hombre tiene 57 años de edad, y no 70, como informó la Policía nicaragüense.

Dávila también fue identificado por los opositores como una de las personas que solicitó el arresto del dueño del canal de televisión independiente 100 % Noticias, Miguel Mora, en diciembre pasado, por supuestamente cometer “terrorismo” e “incitar al odio”.

Los informes de la Policía Nacional ya han sido cuestionados en diversas ocasiones, entre las más sobresalientes está el del asesinato del periodista Ángel Gahona en abril de 2018, por el que fueron condenados los jóvenes afrodescendientes Brandon Lovo y Glen Slate, a pesar de que los testigos, vecinos y familiares de la víctima, responsabilizaron a los agentes con pruebas de vídeo.

Otro caso fue el del 30 de mayo pasado, Día de las Madres en Nicaragua, cuando grupos paramilitares junto con la Policía atacaron con armas de guerra a una manifestación pacífica, que dejó más de 10 muertos, pero la versión oficial inculpó a los manifestantes, pese a que las evidencias mostraban lo contrario.

Un momento crítico fue cuando la Policía negó ante el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pablo Abreu, la ejecución de un ataque contra alumnos de la Universidad Nacional Agraria (UNA), sin saber que el representante del organismo se encontraba entre los estudiantes.

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Las contradicciones entre la Policía Nacional y los opositores se dan en medio de una crisis que, según la CIDH, ha dejado 325 muertos desde el estallido social de abril pasado, aunque organismos humanitarios locales cuentan 561 y el Gobierno reconoce 199.

La violencia del sábado, que diversos sectores atribuyeron a la Policía y grupos paramilitares, dejó al menos 11 detenidos, 3 personas golpeadas por los antimotines, 3 policías atacados por fanáticos sandinistas, y 4 heridos de bala, incluyendo a Dávila, quien se disparó a sí mismo antes de que le fuera quitado el revólver, según los testigos.

Unas 809 personas se mantienen en la cárcel como “presos políticos”, según la oposición, mientras que el Gobierno lleva meses sin actualizar su cifra de 340 reos, a los que llama “terroristas”, “golpistas” o “delincuentes comunes”.

Ortega afirma que la crisis en realidad es un intento de golpe de Estado “fallido”, mientras el diálogo no avanza.