Negociaciones en Nicaragua penden de un hilo y Ortega pide frenar sanciones

La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, su contraparte en las negociaciones, no ha decidido si se sentará mañana.

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10 March 2019

Las negociaciones para superar la crisis que estalló en abril en Nicaragua penden de un hilo, después de que los obispos se apartaron del proceso y una alianza opositora se debate entre si sigue o no en la mesa.

Mientras, el Gobierno de Daniel Ortega clamó a la comunidad internacional frenar toda sanción contra el Estado nicaragüense e invitó a la OEA a participar en su diálogo con la oposición, en el marco de la crisis sociopolítica que ha dejado cientos de muertos, de detenidos y miles en el exilio.

Sin embargo, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, su contraparte en las negociaciones, no ha decidido si se sentará mañana, junto a los delegados del Ejecutivo, con el enviado especial de la Secretaría General de la OEA, Luis Ángel Rosadilla, o se levantará de la mesa ante la ausencia de los obispos.

La Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil (ANS) instaron este domingo a la Alianza Cívica "a no prestarse al juego y suspender sus conversaciones con la dictadura", en alusión al Gobierno de Ortega.

Ese grupo explicó que está a favor de la resolución pacífica de las controversias, pero "alerta a la ciudadanía que, para la dictadura, la participación en el diálogo va de la mano con la continuidad de la represión contra la población y la militarización del país con el objetivo de encauzar la negociación a prolongar su control del poder".

"Ante esta situación, exhortamos a la Alianza Cívica a no continuar dando el beneficio de la duda al Gobierno sin tomar en cuenta a la ciudadanía, que no cree en la supuesta voluntad política negociadora del régimen Ortega Murillo", demandó.

Además, alertó al pueblo y a la comunidad internacional del "engaño y manipulación" del Ejecutivo, "que sólo está tratando de ganar tiempo y eludir sanciones económicas".

En tanto, la Unidad Nacional Azul y Blanco urgió a los países americanos aplicar la Carta Democrática Interamericana al Gobierno de Ortega, debido a que, entre otras razones, el Ejecutivo llamó a negociaciones para superar la crisis que estalló en abril pasado, "mostrando una falsa voluntad".

"Llamamos a la comunidad internacional a proceder de inmediato con la Carta Democrática de la OEA, ante el incumplimiento reiterado de compromisos suscritos por el Estado de Nicaragua en el marco de los derechos humanos", abogó esa unidad.

El Consejo Permanente de la OEA ha comenzado a aplicar la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, lo que podría culminar con su suspensión del organismo continental.

"El régimen llamó a negociación, mostrando una falsa voluntad, después de 8 sesiones no ha cumplido con ninguna de las demandas expresadas a través de la Alianza Cívica", reprochó la Unidad Nacional, que calificó la decisión de los obispos "como un acto de seriedad y dignidad".

Para esa coalición, conformada entre otros por la misma Alianza Cívica y la AMS, el Gobierno sandinista "utiliza la mesa de diálogo como cortina de humo para continuar desmantelando el país".

Por tanto, para esa unidad opositora, es urgente una solución a la crisis, "pero no es cualquier salida", sino una que "debe incorporar el retorno de los derechos fundamentales, elecciones adelantadas previa reforma al sistema electoral y justicia para las víctimas sin amnistía".

Asimismo, para que el diálogo sea creíble, contar con la participación del Episcopado como mediador, y con la presencia desde un inicio de garantes internacionales y el retorno, entre otros, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh).

El Gobierno exhortó este sábado a la comunidad internacional a suspender toda sanción contra el Estado nicaragüense, invitó a la OEA a participar en su diálogo con la oposición, y dio a conocer su agenda de cinco puntos.

Nicaragua sufre una grave crisis que ha dejado 325 muertos desde abril, de acuerdo con la CIDH, aunque algunos grupos locales humanitarios elevan a 561 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 199 y denuncia un intento de golpe de Estado.