Nicaragua está a la expectativa del nuevo impulso al diálogo

La empresa privada y el régimen de Ortega se sentarán otra vez a negociar una salida a la crisis en medio de dudas de que funcione.

descripción de la imagen

Por

26 February 2019

Nicaragua está a la expectativa del inicio de un nuevo diálogo entre el gobierno y la oposición que genera esperanza entre quienes creen que ayudará a resolver la crisis que estalló en abril y el recelo de los que temen que las pláticas den “oxígeno” al régimen de Daniel Ortega para quedarse en el poder hasta 2021.

Este miércoles es el comienzo formal de las conversaciones en las que la Conferencia Episcopal nicaragüense participará en calidad de testigo, aunque el régimen sandinista no ha informado si Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, asistirán a la instalación de la mesa negociadora como hicieron el primer día del fallido diálogo nacional lanzado el 16 de mayo de 2018 y que estuvo vivo menos dos meses.

Disidente nicaragüense advierte que Daniel Ortega buscará negociar impunidad

Hasta este martes no se sabía a qué hora iniciarán las pláticas ni en qué lugar, aunque se especulaba que será en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, situado 15 kilómetros al sur de Managua, una escuela que capacita a jóvenes centroamericanos para el mundo de los negocios y que tras las protestas de 2018 sirvió de refugio para los líderes estudiantiles perseguidos por la Policía.

“Vamos a encontrarnos y reunirnos todos en la reconciliación y el cariño”, declaró Murillo el lunes en una de sus habituales charlas en la televisión oficial. En aparente alusión a las pláticas, dijo que serán “encuentros por el entendimiento y desde el entendimiento”, mientras el portal oficial (El 19) señaló que la negociación será “entre el gobierno y la empresa privada”.

Te puede interesar:  Ortega convoca a reanudar el diálogo en Nicaragua

Ortega, un exguerrillero de 73 años, anunció el jueves anterior el inicio de una “negociación para consolidar la paz” y aunque no identificó a sus interlocutores, la opositora Alianza Cívica presentó minutos después en un comunicado a su equipo negociador formado por seis empresarios, dos estudiantes, dos catedráticos, un político y una abogada feminista.

El anuncio generó una ola de críticas en las filas opositoras. Por un lado, porque no se incluyó a ningún representante del movimiento campesino, aunque sus dirigentes están presos o en el exilio y tres de sus líderes fueron condenados a penas de entre 159 y 216 años de cárcel el 16 de febrero, el mismo día en que Ortega prometió volver al diálogo.