El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, apunta directamente su dedo hacia Cuba para responsabilizar al régimen castrista por la represión y la tortura en Venezuela, según declaró en una entrevista con el periódico español ABC.
A la pregunta que le hace el medio de ¿cuántos miembros de las fuerzas de seguridad cubanas se estima en este momento que hay en Venezuela?, Almagro responde que hay “46,000 cubanos que están en la nómina venezolana y han sido financiados por el lavado de dinero venezolano”, pero que además hay otra cifra que indica que “son los 22,0000 cubanos que votaron en Venezuela en el referéndum constitucional cubano, lo que confirma que hay al menos esa cantidad de cubanos en Venezuela”.
De acuerdo con Almagro, “están ahí en roles de cooperación deportiva, de salud, cooperación o educación y tienen más entrenamiento militar que el propio ejército venezolano. Y las tareas que hemos identificado que están haciendo son tareas de inteligencia, de documentación civil y represivas, como el control de manifestaciones y la tortura”.
Sobre las declaraciones del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, de que además de agentes cubanos también hay miembros de Hezbolá e Irán en Venezuela, Almagro afirmó que “tenemos denuncias al respecto de que buena parte de la financiación de Hezbolá se estaría haciendo a partir del narcotráfico en Venezuela”.
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Añadió que también hay denuncias de “actividad de cárteles mexicanos, las FARC y muchas organizaciones delictivas más” en el país petrolero. “Queda claro que el régimen usurpador de Maduro perdió el control territorial del país en beneficio de estos grupos, que van desde el crimen organizado al narcotráfico o la minería ilegal, y ha convertido Venezuela en un centro de logística criminal que impide la estabilidad y la paz continental”, señaló Almagro.
El secretario de la OEA declaró además que están dispuestos a supervisar unas eventuales elecciones presidenciales en Venezuela, a solicitud de un gobierno democrático en ese país, ya que desde 2006 no han observado ningún proceso electoral venezolano.
“El problema para ellos es que la OEA sabe de elecciones”, dijo.