El atraso del Banco Central de Reserva (BCR) en la creación del marco normativo secundario, necesario para implementar la reforma de pensiones del año pasado, ha limitado varios de los beneficios que más se esperaban desde que se aprobó la ley, dijo este miércoles el presidente de la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos), René Novellino.
El representante, que participó en un foro organizado por la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), informó que a un año de aprobada la reforma de pensiones, la rentabilidad promedio de los Certificados de Inversión Previsional (CIP), instrumentos con los que el fondo de ahorros le presta dinero al Estado para pagar algunas pensiones del antiguo sistema público; apenas ha incrementado cinco puntos base, pasando de 2.6 % a 2.65 %.
El nuevo régimen de inversiones, que con la ley amplió el portafolio de opciones en las que las AFP pueden invertir el dinero ahorrado para tener mayores ganancias para los cotizantes, no se ha hecho ni menos implementado porque el Banco aún no publica las normas relacionadas.
Aunque no desestimó la pesada carga impuesta al BCR y el poco tiempo otorgado al banco para publicar las normativa, Novellino reconoció que mientras no exista el marco regulatorio secundario, no se pueden cambiar las políticas de inversión.
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“No se puede modificar la política de inversiones sin constituir el Comité de Riesgo. Ya se constituyó el Comité pero aún no han sesionado, así que los límites siguen siendo los mismos que hace un año antes de la reforma. Como si no hubiera pasado nada”, explicó el titular de Asafondos.
Y es que, en un esquema de pensiones salvadoreño que se basa en cuentas individuales de ahorro, la pensión se construye a partir de las cotizaciones que hacen los trabajadores y de los intereses del rendimiento que gana en el tiempo ese ahorro.
Hasta antes de la reforma, los trabajadores prestaban dinero a través de la compra de los CIP en condiciones “beneficiosas para el Estado pero absolutamente perjudicial para el dueño del dinero”.
Para resolver el inconveniente y buscando cómo hacer que el dinero ahorrado rinda más, la ley estableció un decreto transitorio para que, por un lado, lo ya prestado por obligación poco a poco subiera la tasa de interés, de un piso de 2.5 % hasta un techo de 4.5 %; y por otro, las nuevas emisiones (préstamos al Estado) deben hacerse a un 6%.
El BCR ha calendarizado para el segundo semestre de 2018 y el primero de 2019, la implementación de la reforma; entre ellas se incluyen las relacionadas con las inversiones, el depósito y custodia de valores, la recaudación, el reglamento del Comité Actuarial , los multifondos (registro y operatividad), las afiliaciones y traspasos, el cobro judicial y administrativo y el ahorro previsional voluntario, etc.
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Durante el foro , el investigador de Funde, Carlos Pérez, lamentó que hasta el momento no se ha vuelto a tocar el tema de una reforma que aborde los aspectos que quedaron pendientes en la ley aprobada en septiembre de 2017 y que tampoco se haya avanzado significativamente en los mandatos de la reforma como la conformación del Comité de Riesgos y el Actuarial.
Aseguró que si no se avanza en ellos, “los trabajadores no verán aumentos en el valor de su pensión”.
De igual manera, aseguró que no se han tomado medidas fiscales para encaminar las finanzas públicas a la sostenibilidad en el mediano plazo. Como los gastos aumentan más que los ingresos, estima que el déficit llegará al 3 % del Producto Interno Bruto (PIB) este año y, peor aún, al 3.7 % en 2019; y por ende, “el oxígeno que dio la reforma de pensiones se está acabando más rápido de lo que se esperaba”.
La coordinadora del Programa de Estudios en Políticas Públicas de la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FUNDAUNGO) , María Elena Rivera, recordó que uno de los grandes retos del sistema previsional es fortalecer el empleo formal, la situación fiscal y la educación previsional puesto que ahora, 3 de cada 4 encuestados no sabe cuánto cotiza a la AFP y más de la mitad desconoce cómo se calcula su pensión.