El Fondo de Estabilización y Fomento Económico (FEFE), mejor conocido como el impuesto a la guerra, es una contribución que se creo durante el conflicto armado; que ahora se pretende que sirva para el pago de pensiones de los veteranos de la Fuerza Armada y de la antigua guerrilla, mencionó ayer el ministro de Hacienda, Nelson Fuentes.
Destacó que el FEFE es un recurso creciente que arranca el año fiscal con $16 millones y finaliza con $36 millones. “La decisión que hemos propuesto es que el impuesto a la guerra financie directamente a los veteranos”, destacó Fuentes.
Según el funcionario para honrar el pago de pensiones de los veteranos hay un fondo de $52 millones que se compondrá de los $36 millones provenientes del FEFE, más $16 millones del Fondo General de la Nación, que ya están contemplados en el proyecto de presupuesto presentado ayer.
De los fondos provenientes del FEFE se destinaban $16 millones para el pago del subsidio al gas licuado, y ahora este se va a pagar con recursos del Fondo General de la Nación. “La propuesta que le estamos haciendo a los veteranos de guerra es un presupuesto de 52 millones de dólares para que puedan financiar el ejercicio fiscal 2019”, dijo el ministro ayer en una entrevista matutina.
Para el funcionario con esto
se cubre una necesidad histórica y estructural del país, al darle una fuente de financiamiento que se garantice en el tiempo.
En enero de este año, sin los votos del FMLN, la Asamblea aprobó reformar la Ley de Veteranos de Guerra para dejar establecido que los veteranos de la Fuerza Armada y de la exguerrilla reciban $300 de pensión al mes. En la ley aprobada el año pasado no se establecía un monto específico.
En aquel momento la diputada por el FMLN, Lorena Peña, pidió que la pieza regresara a la comisión de Hacienda, argumentando que no había una partida en el presupuesto que financie dichas pensiones.
La Ley de Veteranos de Guerra
fue aprobada en 2015 con la idea de que entrara en vigencia en 2016, pero a la fecha los excombatientes, tanto de la Fuerza Armada como del FMLN, se quejan y protestan a menudo de que no han recibido ninguna de las prestaciones que se establecieron en dicha normativa.
Los veteranos llevan dos años esperando por su pensión, por una indemnización, por programas de transferencia de tierras, de educación y de privilegios en salud.
En 2017 el ministro de Gobernación, Arístides Valencia, se comprometió a gestionar, vía Asamblea Legislativa, $120 millones dentro del presupuesto general de 2018, para honrar las pensiones de los cerca de 72 mil veteranos y excombatientes.
En el presupuesto 2016 solo se aprobaron $6 millones para honrar dichos pagos.