¿Qué tipo de capacitaciones demandan más las empresas?

Son tan importantes los conocimientos técnicos como “las competencias blandas”.

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19 September 2018

La dinámica empresarial requiere que el personal esté constantemente capacitándose en las áreas que más necesitan las diferentes compañías para incrementar la producción, generar empleos y buscar mayor rentabilidad.

Es sobre esa base que el Instituto de Formación Profesional (Insaforp) en los últimos años ha venido realizando estudios de prospección para conocer, de primera mano, qué tipo de capacitaciones están demandando las empresas para sus colaboradores.

Ricardo Montenegro, presidente de Insaforp, señala que dichos estudios permiten anticipar qué quieren las empresas en un periodo de tres a cinco años.

La institución tiene cuatro años de estar haciendo este tipo de evaluaciones logrando realizar estudios sobre lo que requieren las empresas de sectores específicos como la construcción, lácteos, agroindustria, alimentos, textiles, plásticos y turismo.

Los últimos estudios se realizaron entre más de 300 instituciones de todo tipo, entre ONG, gremiales empresariales, universidades, centros de formación, sindicatos y personas parte del sistema de formación profesional.

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Capacitaciones más demandadas

El tipo de instrucción demandada se puede perfectamente dividir en dos segmentos: las capacitaciones técnicas y las denominadas “competencias blandas”.

De estos análisis resultó que existen requerimientos muy específicos para la industria textil, por ejemplo, que necesita diseñadores en procesos digitales, mantenimiento de maquinaria avanzada, expertos en corte digital y diseño gráfico tridimensional, entre otros.

Igual sucede en el área de los plásticos en donde las empresas solicitan formar a su talento humano en el conocimiento de las líneas de producción de plástico; neumática; mecatrónica, electrónica y mecánica; recolección, separación, selección y reproceso de desechos plásticos; y diseño, programación y mantenimiento de software especializado, por decir algunos.

En turismo la instrucción más requerida tiene que ver con el dominio del idioma inglés y otros lenguajes, certificaciones especializadas en turismo y servicio al cliente orientado a cada subsector relevante (restaurantes, hoteles, transporte, agencias de viajes, touroperadores y guías turísticos).

Sin embargo, también existen necesidades comunes que son transversales a todo tipo de industria o sector productivo, tal es el caso del inglés técnico, ofimática, manejo de inventarios, logística y manejo de redes.

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Las competencias blandas ganarán terreno

Montenegro pronostica que en el futuro las maneras de trabajar cambiarán radicalmente y el teletrabajo y el outsourcing (contratación de terceros) serán más frecuentes.

Pero para que este tipo de labores tengan éxito se necesitará contar con competencias blandas, como la disciplina, la responsabilidad y el trabajo en equipo, habilidades que eran intrínsecas a los salvadoreños pero que se fueron perdiendo por la descomposición social del país, ya sea porque los padres están ausentes debido al trabajo o porque emigraron a Estados Unidos; dejando a los jóvenes casi a su suerte.

“Estas habilidades en el futuro serán más importantes porque no habrá necesidad de que se les este supervisando”, precisó Montenegro.

Las competencias blandas con mayor demanda son el trabajo en equipo, liderazgo, autoestima, manejo de personal, inteligencia emocional, capacidad de análisis, resolución de conflictos y toma de decisiones, entre otros temas.

El dirigente de Insaforp detalló que también están pendientes de las buenas prácticas en formación que se dan en otros países del mundo.

Para el caso mencionó que el País Vasco se encuentra a la vanguardia en temas de formación, enseñando a través de proyectos.

Les dan a los jóvenes un proyecto para que lo desarrollen y lo van evaluando en el camino, al final ellos presentan la obra final y las empresas deciden si les compran el proyecto o no, dijo.

Actualmente más de 7,800 compañías cotizan al Insaforp, que el año pasado brindó cursos de formación a 6,900 empresas, perteneciendo la mayor parte a la pequeña y microempresa.