Para el sector productivo fortalecer las relaciones comerciales con la República Popular de China podría representar grandes oportunidades para El Salvador, pero también muchas desventajas sobre todo por los objetivos que tenga el Gobierno y a qué esté dispuesto a acceder o no con el país asiático.
Según la presidenta de la Comisión Intergremial para la Facilitación del Comercio (Cifácil) Carmen Aída de Meardi, las desventajas comerciales son grandes, ya que solo como ejemplo, recalcó que para El Salvador competir en negocios con China es una pérdida, pues solo para entregar una muestra para iniciar un negocio el país asiático es más rápido, mientras que en El Salvador hay múltiples trámites y atrasos en Aduanas.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Luis Cardenal, manifestó que si bien es cierto China Popular es el segundo país más poderoso en comercio, lamentablemente para El Salvador es una balanza comercial completamente desfavorable pues tiene un déficit comercial cercano a los $1,300 millones”, señaló el presidente de la ANEP.
Estas dudas fueron parte de los temas abordados ayer en una reunión a puerta cerrada entre el sector productivo y la ministra de Economía, Luz Estrella Rodríguez, quien, según dijo Cardenal, les informó que el Gobierno creará mesas de trabajo de funcionarios de gobierno para negociar con funcionarios chinos.
Pero más allá de las exportaciones, la preocupación es respecto a la ley de Zonas Económicas Especiales, (ZEE) que según el sector privado excluye a los salvadoreños y pareciera que está hecha para un sector de inversores externos al país en específico.
“Las exclusiones”, según señalan los representantes de las gremiales, van desde que el participante debe realizar una inversión mínima de $20 millones. En segundo lugar, para ser sujeto de los beneficios de la ZEE, tiene que ser una persona natural o jurídica que nunca haya pagado impuestos, es decir que no haya tributado.
“Eso prácticamente excluye a todos los salvadoreños del sector formal y por tanto estaríamos limitando a los propios salvadoreños de invertir en un área de más de 3 mil kilómetros cuadrados”, señaló Cardenal.
Otro de los puntos que advierte es que de aprobarse el proyecto de la ZEE presentado por el Gobierno ante la Asamblea Legislativa podría violarse el Código de Trabajo, ya que en un apartado dice que “se podría modificar el Código de Trabajo, aumentando el número de personas extranjeras que pueden trabajar ahí”.
La ley dice que en una empresa en El Salvador no pueden trabajar más del 20 % de extranjeros y “aquí se está hablando de que esto puede variar de acuerdo a circunstancias especiales”, agregó el presidente de la ANEP.
Cardenal señaló que China no da beneficios arancelarios a los productos que vende El Salvador y el Gobierno debería saber negociar con ese punto, para que salvadoreños se vean beneficiados.
“¿Qué es lo que va a negociar el Gobierno? Porque si va a negociar comercios, los que tenemos que estar ahí somos el sector productivo. Por eso dentro de lo que conversamos con la ministra es que necesitamos una mejor comunicación, antes que se conformen estas mesas y que el Gobierno vaya mejor preparado y que se lleve los insumos que el sector productivo tiene”, manifestó Cardenal.
En 15 días una comitiva del Gobierno viajará a China, pero el sector privado no ha sido invitado, según dijo Cardenal, quien agregó que como sector productivo esperan que cualquier negociación que se realice sea en beneficio de los salvadoreños.
Faltó enfoque integral
En primer lugar la reunión inició con pie izquierdo, ya que en representación del Gobierno solo llegó Rodríguez, quien les aclaró que solo se tocarían temas de comercio, a pesar de que para los representantes del sector productivo “la incidencia política” está de por medio.
Según informó la presidenta de Cifácil, el Minec contempla realizar varios memorándum de entendimiento con la República Popular de China en áreas de desarrollo económico, comercio, inversiones, cooperación, innovación y tecnología.
“De todos estos documentos no conocemos su contenido, ni los estudios de impacto económico que se consideraron para iniciar relaciones comerciales. Siempre hemos sido enfáticos en que la política comercial del país debe basarse en las oportunidades de exportación en mercados complementarios y no en una agenda política, que no fue discutida esta mañana pues se nos manifestó que eso corresponde al Ministerio de Relaciones Exteriores. Entonces el enfoque integral no se tiene”, subrayó la presidenta de Cifácil.
Por su parte, Luis Cardenal, presidente de la ANEP dijo que las negociaciones entre ambos países deben ser transparentes y no sorpresivas, como lo hizo el gobierno en su ruptura con Taiwán y su alianza diplomática y comercial con China Popular.
“Los gobiernos representan a los pueblos y por respeto, el Gobierno hubiera informado que estaba negociando la ruptura con Taiwán y la apertura con la República Popular China, no es su obligación, pero no informar generó descontento, pues la república de Taiwán es un país amigo con el que El Salvador ha tenido relaciones por más de 80 años”, manifestó el presidente de la ANEP.
Por último Cardenal dijo que el Gobierno “ha dicho” que no denunciará el Tratado de Libre Comercio que tiene con Taiwán.
Esto da cierto alivio a los exportadores salvadoreños que utilizan esta herramienta comercial y que brinda fuertes beneficios arancelarios, como en el caso del azúcar que compra 80 mil toneladas con cero aranceles. China cobra el 50 % de arancel por cada tonelada de azúcar que ingresa.
Respecto al interés de empresas Chinas con fines militares en El Puerto de La Unión, el presidente de la ANEP aseguró que la ministra les dijo que “no se ha hablado de nada militar y no es un campo en el que ella está involucrada, pero siempre nos vamos a mantener observantes de qué es lo que sucede, porque todos los días ocurren cosas que inquietan de hacia dónde vamos”, replicó el representante empresarial.