Analistas cuestionan por qué alianza con China se hace en este momento

Preocupados por la abrupta e inconsulta ruptura con Taiwán y por negociaciones poco transparentes.

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Para los analistas, el gobierno debe tener cuidado al establecer relaciones diplomáticas con la República Popular de China de manera que las condiciones no sean contraproducentes para El Salvador. Foto EDH / cortesía

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29 August 2018

Si al gobierno de corte comunista del presidente Salvador Sánchez Cerén solo le quedan nueve meses para culminar su gestión, ¿Qué sentido tiene romper, de manera abrupta e inconsulta, las relaciones diplomáticas con un aliado de 83 años como Taiwán para establecerlas inmediatamente con la República Popular de China?

¿Por qué una cantidad de medidas que aparentemente son aisladas cuando están juntas hacen notar que son una serie de acciones que han sido planeadas con mucho tiempo para dar un trato preferencial a un gigante asiático que se caracteriza por su agresividad geopolítica y comercial? ¿Por qué las negociaciones con China no son transparentes? esos fueron los mayores cuestionamientos que resultaron en el conversatorio que desarrolló ayer la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

Durante la plática, en la que participaron el exministro de Hacienda, Manuel Hinds, y el exministro de Justicia y Seguridad, Francisco Bertrand, los analistas llamaron la atención sobre la hasta ahora falta de información pública sobre el análisis técnico y económico que justifica la decisión de retirar el apoyo a Taiwán. Para Fusades, la medida también da lugar a cuestionamientos sobre la transparencia del proceso, las consecuencias sobre la cooperación para el desarrollo e inclusive el cumplimiento de tratados internacionales.

¿Es la ley de Zona Económica Especial una camisa hecha a la medida para China?

La vicepresidenta de la junta directiva de Fusades, Claudia Umaña, consideró que “la repentina e inconsulta ruptura de las relaciones diplomáticas con Taiwán genera una gran preocupación por la falta de transparencia y claro que llama a la suspicacia (…) no solo hemos sido desagradecidos con Taiwán sino desleales con Estados Unidos”.

Bertrand dijo que “no hay obra de infraestructura que se pueda comenzar antes del nuevo gobierno, ni licitación”. “Entonces, ¿para qué lo van a hacer? Si no lo ha hecho para que se beneficie este gobierno en esta campaña política, es obvio que se use para algo más”, añadió.

Hinds recordó que “en los otros países de América Latina, China nunca ha encontrado un gobierno que esté tan dispuesto a darles tantas cosas”; por lo que es imperante poner atención a los detalles y, en el caso de la propuesta de zonas económicas especiales, no caer en el grave error de ceder territorio.

Para los participantes del conversatorio, si era necesario entablar relaciones con China Popular por ser la segunda economía más grande del mundo, no había que confundirse ni hacerlo de la forma tan grave dejando a Taiwán de la noche a la mañana, sabiendo que esta nación apoyó con el desarrollo de técnicas agrícolas, el fortalecimiento de capacidades institucionales y en el área textil y de comercio exterior.