El sistema paga la energía más cara al que llega de último

En el mercado spot o MRS, donde se negocia un 20% de la energía que se consume en el país, todos los competidores reciben el pago del último generador en llegar.

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En el sistema eléctrico hay varios generadores que nutren la red a cada minuto. Foto EDH/ Archivo

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20 August 2018

Buena parte de la energía eléctrica que consumimos (17% en junio de 2018) se ha comercializado a través del Mercado Regulador del Sistema, un mecanismo que, según el jurídico Francisco Bertrand Galindo, premia a los más ineficientes.

Para entender el tema hay que imaginarlo como una partido de fútbol. En el primer tiempo, el entrenador incluye a los jugadores más baratos y deja para el segundo tiempo a los jugadores más caros que solo incluirá a menos que sea sumamente necesario. Al final del juego, el entrenador le pagará a todo el plantel lo mismo que gana el último jugador que se mete al partido.

Lo mismo ocurre con el MRS: los primeros jugadores o generadores de energía en inyectar su recurso a la red son los más eficientes (generación con agua, luz solar, geotermia, etc.). Pero si la demanda de energía aumenta durante el día, la UT(encargada de administrar y despachar los recursos) decide meter a los generadores más potentes aunque estos sean más caros. Estos generadores son los que producen energía a base de petróleo.

Al final del juego, todos los jugadores reciben un salario igual al del último jugador que ingresó al partido y que siempre es el más caro.

Para el abogado constitucionalista, Francisco Bertrand Galindo, este esquema desincentiva a todos los jugadores a mantenerse igual, sin inversión, pues saben que siempre les pagarán mejor aunque ellos no hagan mucho “para ganar el partido”.

Pero CeaVega no considera que el sistema se preste para arreglos a conveniencia de los jugadores y más bien afirma que las plantas de energía que participan como primeros jugadores sigue invirtiendo y participando de él para ganar. Para él, todo funciona “como un relojito” y no hay cabida para que se maniobre a favor o en contra de algunos actores.

Según Cea Vega, el mercado es totalmente abierto y competitivo, contrario a casos como el de Costa Rica donde toda su comercialización está centralizada por el Gobierno.

Y este mercado abierto es, según Cea Vega, el resultado de una Ley de Electricidad que ha buscado una mayor participación de diversos sectores. “Honduras y Nicaragua tienen un mercado cerrado. Nosotros tenemos un reglamento que funciona y es muy bueno”, afirmó el experto en energía.

De acuerdo con Cea Vega el sistema eléctrico está abierto para recibir la generación de otros jugadores o generadores. Desde hace algunos años, por ejemplo, los ingenios azucareros han incrementado su generación de energía a base de biomasa, un recurso que entra, con libertad para competir.

Actualmente la CEL, que es la mayor productora de energía hídrica, está participando en el MRS pues no ha logrado ganar contratos.