Crear un Silicon Valley como el de California o un Research Triangle Park en Carolina del Norte, también es posible en El Salvador si el Gobierno, las empresas productivas y las universidades se unen para crear un ecosistema de innovación fuerte y sostenible.
Así lo cree Paul Weisenfeld, un experto estadounidense y vicepresidente ejecutivo del Grupo de Desarrollo Internacional RTI quien, junto a otros expertos en tecnología e innovación, participó en el Foro de Innovación 2018 organizado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), el Ministerio de Economía, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA).
“La receta secreta es una alianza muy fuerte entre los diferentes actores como mejorar y fortalecer la alineación entre el sector privado, las empresas productivas y las universidades para asegurar que están produciendo talento que responde a las demandas del mercado”, aseguró Weisenfeld.
Aunque en El Salvador hay un auge de star-ups que desarrollan aplicaciones o sistemas novedosos y se están impulsando otros proyectos, aún falta que se creen las sinergias que permitan a ecosistemas como Silicon Valley convertirse en lo que hoy son.
La embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, dijo en el evento que el país debe trabajar mucho en crear las condiciones para que todas las ideas innovadoras tengan éxito. Estas condiciones pasan por mejorar la tramitología, que aún sigue restando competitividad a las empresas cuando se enfrentan con el resto de las compañías a nivel mundial.
El nivel de inversión en innovación ha crecido en El Salvador en comparación a otros países de la región. Sin embargo, cree que es responsabilidad de todos (universidades, Gobierno y empresas) el crear y mejorar las condiciones para asegurar que las ideas innovadoras se conviertan en políticas públicas que desarrollen la economía nacional.
En Carolina del Norte, el Research Triangle Park, este ecosistema reúne a más de 170 compañías de investigación que generan más de $3,000 millones. “Lo que vimos allá es una red fuerte de las universidades, el sector privado y el Gobierno, los tres sectores”, afirmó Weisenfeld.
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De acuerdo con la viceministra de Economía, Merlin Barrera, en el país muchas empresas, y sobre todo las pequeñas, están invirtiendo en innovación. “En el sector farmacéutico, en el sector alimentos, plástico están invirtiendo, pero creemos que todavía hay un esfuerzo enorme por hacer sobre todo en esa vinculación con el sector académico”, afirmó la funcionaria.
Ricardo Flores, decano de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UCA, afirmó que el país debe analizar la realidad de una manera más profunda y tomar decisiones sobre números como el último Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial en el que El Salvador está en el puesto 130 de 137 países en el tema de la innovación.
“Analicemos esta realidad de manera profunda. Innovar es uno de los aspectos que más atención merece, tomando en cuenta que en El Salvador existen más de 30 instituciones de educación superior con grandes potencialidades”, afirmó el académico.
Por su parte Luis Stein, director de la aceleradora Imagine Lab en Chile y parte de Microsoft Innovation Center, afirma que el potencial en el país es muy grande.
“Yo creo que tienen una oportunidad espectacular por delante. Está todo por hacer. Hay una oportunidad fabulosa de desarrollar la innovación y el emprendimiento con toda una nueva economía. El mundo cambió ahora y se nos está abriendo una nueva oportunidad en un mundo que va a ser la nueva economía del emprendimiento y un país como El Salvador en el que el 99 % de la economía es de las Pymes, hay una oportunidad que de ese sector sea el preponderante de que se haga cargo de la innovación y que impulse a innovar a las grandes corporaciones”, dijo el experto.