Cervezas Suprema y Regia con nuevos dueños

La superintendencia de Competencia reveló la empresa que se encargará de producir ambas marcas.

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19 June 2018

Cervecería Salvadoreña S.A. De C.V, es la nueva dueña de las marcas Suprema y Regia, anunció la mañana de este martes la Superintendencia de Competencia.

Según la entidad, la empresa, que se constituyó el 31 de agosto de 2017, cumplió con todos los requisitos para adquirir las dos marcas de cerveza que SABMiller (como Industrias La Constancia) tenía que vender para poder hacer su fusión con AB Inbev.

Cervecería Salvadoreña es una sociedad de capital salvadoreño-guatemalteco que se dedica a producción,distribución y comercialización de productos cerveceros, insumos industriales y productos de consumo humano.

De acuerdo con el presidente de Cervecería Salvadoreña, Rolando Simán, aunque omitió dar detalles, la compañía es liderada por empresarios con más de 30 años de experiencia en el mercado de consumo masivo en Centroamérica.

“Vamos a ser un un sólido competidor y actor clave en este mercado (…) estamos seguros de que vamos a superar las expectativas del consumidor fortaleciendo la identificación y el orgullo que Suprema y Regia representan para los salvadoreños, manteniendo el mismo sabor y calidad que les han caracterizado”, dijo Simán durante la presentación.

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El superitendente de Competencia, Francisco Díaz, recordó que la desinversión de Regia y Suprema es el condicionamiento impuesto por la Superintendencia para evitar una situación de cuasi-monopolio en el mercado cervecero salvadoreño.

¿Por qué Regia y Suprema cambiaron de dueño?

En noviembre de 2015, la cervecera belga AB InBev y la británica SABMIller (que antes había comprado La Constancia) anunciaron su fusión, posicionándose así como la empresa de mayor participación de mercado a escala mundial.

Tres meses después, en febrero de 2016, previo al cierre de la operación, Ab InBev (propietaria de marcas como Budwaiser y Corona) pidió revisión y autorización a la Superintendencia de Competencia salvadoreña para realizar la operación.

El análisis técnico de la Superintendencia reveló que esa concentración económica internacional crearía un cuasi-monopolio en el mercado salvadoreño cervecero y afectaría el bienestar de los consumidores.

Por eso, en la resolución de agosto de 2016, la entidad supervisora condicionó la transacción "al cumplimiento previo de requisitos destinados a compensar los efectos dañinos estimados". Así, AB InBev debía “desinvertir activos suficientes para el nacimiento o fortalecimiento de un competidor”.

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Ese plan de desinversión de AB InBev implicaba la venta de dos grandes y reconocidas marcas de cerveza en El Salvador: Regia y Suprema.

Según los documentos de AB InBev y las resoluciones de la Superintendencia, el comprador de las marcas debía ser independiente y no tener ninguna vinculación con la empresa vendedora; contar con portafolio estratégico complementario y adquirir ambas marcas entre otros requisitos.