Gobierno vuelve a subir el saldo de las Letes a $900 millones

El Gobierno logró reducir el saldo a $649 millones en septiembre de 2017 después de mantener un saldo de más de $1,000 millones a inicio del año. El saldo ha comenzado a subir desde febrero cuando Hacienda hizo una colocación de deuda por $156 millones.

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Las Letras del Tesoro funcionan como una tarjeta de crédito para el Gobierno.

Por Karen Molina

03 May 2018

El Gobierno ha incrementado, otra vez, el saldo de las Letras del Tesoro (Letes) después que lo redujo a la mitad en septiembre de 2017.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda, en marzo pasado el saldo de este crédito de corto plazo-que opera como una tarjeta de crédito- alcanzó los $901 millones, cuando en septiembre de 2017 había logrado reducirlo a $649 millones.

En enero de 2017 Hacienda llegó a registrar un saldo máximo de $1,060,199.30 millones, uno de los máximos saldos que ha registrado el país en materia de endeudamiento rápido desde 2009.

Sin embargo Hacienda se comprometió a reducir esta cifra, sobre todo porque en 2017 el país cayó en default selectivo (impago) tras no pagar una deuda de $57 millones con los cotizantes de las AFP.

El saldo se redujo rápidamente, con el pago de $300 millones en marzo pasado, y se mantuvo entre los $600 y $700 millones hasta diciembre del año pasado.

Pero el Gobierno ha comenzado a aumentar este saldo desde febrero de este año, cuando hizo una colocación de deuda de $156.1 millones y tan solo pagó $45.3 millones.

Esto es como comprar $100 de supermercado con la tarjeta de crédito, pero solo pagar $40.

Con estas cifras, el saldo total de abril es de $855.8 millones de deuda, que se pagan en un plazo máximo de un año y cuyos intereses rondan entre el 5% y el 7%.

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Los mayores compradores de esta deuda son los bancos locales. Según datos de la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA), el saldo de las inversiones que los bancos han hecho en Letes era de $454.3 millones en marzo pasado.

Esta deuda de corto plazo se suma a la creciente deuda con otros inversionistas nacionales y extranjeros, que ya suma más de $18,000 millones y hoy representa el 74% del Producto Interno Bruto.

Para el economista Rafael Lemus, este saldo debe verse a la luz del último informe del Artículo IV del Fondo Monetario Internacional (FMI) que oficializará la situación fiscal en la que se encuentra el país así como los ajustes que se necesitarán hacer para reducir esta deuda.

Con este informe también se tendrán que hacer ajustes a la Ley de Responsabilidad Fiscal que tendría que controlar endeudamientos como este.

El tema tendrá que ser discutido en la comisión de Hacienda de la recién renovada Asamblea Legislativa, en la que ahora es el partido ARENA el que tiene la mayoría de votos.

Para Lemus no es extraño que el Gobierno esté aumentando la deuda cuando le queda tan solo un año para terminar su administración.

“La deuda ha crecido mucho, a pesar de que ellos dicen que se ha estabilizado con la reforma de pensiones”, señaló.

Negociación en la Asamblea Legislativa y acuerdo con FMI

El recién nombrado ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, dijo al inicio de su gestión que una de las medidas que adoptaría en el último año sería renegociar la deuda con los partidos políticos.

Son más de $2,400 millones de deuda los que se tienen que reestructurar para pagar préstamos que vencen entre 2019 y 2014.

Solo en 2019 vencen $800 millones en bonos que se tienen que tener disponibles porque están contratados bajo el modelo PUT, que significa que los inversionistas pueden solicitar su dinero invertido más sus intereses o mantener su inversión por un periodo más.

Según Lemus, el Gobierno está corriendo por tener esta reestructuración de deuda, aún cuando el vencimiento de los bonos será en noviembre del otro año y cuando es casi seguro que los inversionistas reengancharán la deuda. “No hay por qué correr con esto”, dijo Lemus.

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Por su parte, Marcela de Jiménez, directora ejecutiva de ABANSA, sídijo la semana pasada que es necesario que los partidos políticos se pongan de acuerdo en los próximos meses respecto a la deuda pues los bancos dependen de la estabilidad fiscal del país y de la calificación crediticia que pueda tener para seguir comprándole Letes al Gobierno.

Por el otro lado está un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que tendría que determinar si es necesario que el país haga un ajuste fiscal que implique subir impuestos o aplicar nuevos tributos.

También podría sugerir una reducción de los gastos en diversas áreas, eso a pesar de que el Gobierno asegura haber hecho varios recortes.

La austeridad será un reto pues según Lemus, en el último año de administración, el Gobierno tendrá la tentación de elevar el gasto en diversas áreas para lograr la simpatía de los votantes.

Y en la práctica, ya está ocurriendo. Tras los resultados electorales del 4 de marzo en el que el número de votos para el FMLN se redujo en todo el país, el Gabinete económico ha comenzado a revisar los beneficios estatales como el pago de subsidios. Solo el ministerio de Economía aseguró que incluirá en los próximos meses a unas 15,000 familias más como beneficiarias del subsidio al gas propano.

La ministra de Economía, Luz Estrella Rodríguez, afirmó que esto no implicará un gasto extra para el Gobierno pues los beneficios se pagarán con el dinero que ya estaba presupuestado para eso. Además, afirmó que las condiciones externas lo permiten.