$165 millones invertirán empresarios en proyecto de viviendas de bajo costo

La inversión la harán NAMI Investment and Development El Salvador” y “Asinesa El Salvador. La construcción de la primera etapa del proyecto iniciará en Usulután, en el tercer trimestre de este año.

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El puente será el FSV, por lo que las políticas para acceder a una de estas viviendas son las del Fondo. Foto Shutterstock.

Por Jessica Guzmán

01 May 2018

Con una inversión de $165 millones, las empresas Investment and Development El Salvador (NAMI), Asinesa El Salvador y “U y D”Constructora desarrollarán un proyecto habitacional de 5,500 viviendas de interés social.

Las casas y apartamentos que desarrollarán por los próximos tres años costarán 32,200 cada una y la construcción de la primera fase iniciará en el tercer trimestre de este año, en Usulután.

Según explicaron los inversionistas, el Fondo Social para la Vivienda (FSV) servirá de enlace para la adquisición de los créditos para estas casas y los criterios para otorgar los financiamientos serán los mismos que utiliza la entidad gubernamental con su proyectos de vivienda nueva.

Los ingresos familiares para aplicar a estos créditos, que se harán por medio del FSV, deben estar por debajo de cuatro salarios mínimos de $300, es decir $900 para el sector formal y $1,000 para el informal.

Los $165 millones serán gestionados por medio de un fideicomiso que los inversionistas han firmado con el Banco de Desarrollo de El Salvador, (Bandesal).

El representante de NAMI, Ángel Luis García Marín, dijo que la figura del fideicomiso que se está utilizando para esta inversión “es fundamental porque es la que va a garantizar que los fondos que se destinan a este proyecto vayan encaminados a él y que no hay ningún tipo de problema, ni desfase”.

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Las viviendas

García Marín dijo que estas viviendas no serán prefabricadas, sino industrializadas y una de sus características es que “serán casas individuales, no estarán pegadas una con la otra, ni servirá la misma pared para dos viviendas, incluso cada casa puede ser totalmente diferente una a la otra”, explicó.

Cada vivienda será construida en un área de 160 varas cuadradas, y estará compuesta por tres habitaciones, sala, comedor y un baño, detalló García Marín.

Para que una persona pueda acceder a una de estas viviendas, debe acercarse al FSV para que se determine si cumple con los requisitos para vivienda nueva de interés social.

Al consultarle a los inversionistas y al presidente del Fondo, Tomás Chévez, sobre la seguridad de este proyecto y su diferencia respecto a proyectos similares como el programa Casa para Todos, estos aseguraron que las viviendas son de “costos bajos, pero de calidad”. Según García Marín no habrá problemas por la delincuencia ya que tomarán medidas desde la construcción de la primera fase del proyecto.

El programa Casa para Todos generó poco interés en las personas pues muchos se quejaron de una mala construcción y de que las casas estaban construidas en zonas inseguras.

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“Lo que puedo garantizar es que el terreno es extremadamente bonito, para que pudiéramos vivir cualquiera de nosotros, que el terreno tiene unas vistas espectaculares y que un proyecto de interés social, haga una urbanización de alto nivel, me parece muy bien”, agregó el representante de NAMI.

Por su parte Chévez dijo que “hablar de proyectos seguros es de forma relativa, porque todos sabemos que no solo El Salvador está en condiciones de violencia, a nivel de Centroamérica es igual, pero los proyectos que se le dan el enfoque de seguros son los que tienen muros perimetrales y portones y casetas de seguridad”.

El presidente del FSV agregó que los lugares que se han seleccionado para construir las viviendas cumplen con los requisitos para ser denominados ‘seguros’, aunque no detallaron específicamente cuáles son, solo que la primera etapa iniciará en el municipio de Usulután, pero que luego se desarrollarán en todo el país.

¿De dónde provienen los $165 millones?

Respecto a los fondos para construir este proyecto, García Marín dijo que “el capital es netamente europeo y que ha pasado todos los filtros con el Banco Hipotecario de El Salvador, de capital y estados de cuenta”.

Agregó que ellos como NAMI y con Asinesa, hacen un bloque junto con la empresa encargada de la construcción U y D Constructora.

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“Aquí no hay tres empresas, somos el contenido de las tres empresas, es un bloque y cada una especialista en su área, por el tema de la construcción, el tema de la industrialización de las viviendas”, aseguró.

A esto, el presidente del FSV agregó que “cuando las compañías nos dijeron sobre la mejor manera de garantizar el flujo de esos fondos, nosotros le dijimos que la figura más correcta era la de formar un fideicomiso, que digamos es la bandeja que recibe todo el flujo de fondos, por eso Bandesal manejará el fideicomiso y el Banco Hipotecario manejará las cuentas operativas.

Así dijo Chévez se evita que haya desfases y malversación de fondos y se “garantiza que los fondos vayan a la construcción de las viviendas”.