El resultado electoral que obtuvo ARENA en las elecciones del 4 de marzo podrían derivar en un mejor clima económico y político que permita la formulación de políticas así como la aprobación más rápida de financiamiento de mediano plazo, según un comunicado emitido ayer por la agencia de calificación crediticia estadounidense, Fitch Ratings.
Y “el potencial para mejorar la gobernabilidad podría aumentar si el partido ARENA también gana el próximo año”, agregó la agencia, que mide la confianza crediticia del país y cuyos informes son un insumo importante para los inversionistas extranjeros y organismos multilaterales.
De acuerdo con Fitch, si ARENA obtuviera la victoria en las elecciones presidenciales de 2019, “sería la primera vez en décadas que el Gobierno no enfrentaría un veto del partido de oposición en la legislatura para autorizar el financiamiento de la deuda”, señala. Agrega que con una mayor gobernabilidad, habría un potencial crédito positivo para El Salvador.
El presidente del partido ARENA, Mauricio Interiano, reaccionó complacido ante la interpretación que ha hecho la agencia. “Al tener una correlación diferente, nos permite comenzar a corregir el rumbo y buscar otros acuerdos que beneficien al país”, señaló Interiano.
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En 2017 Fitch Ratings, al igual que otras dos agencias crediticias estadounidenses degradaron la confianza crediticia del país al nivel más bajo luego que el Gobierno incumpliera el pago de $57 millones que debía cancelar como deuda previsional.
Al no pagar su deuda a tiempo, el país cayó en “default selectivo”, la penúltima categoría antes de llegar a la quiebra total. La calificación solo mejoró después de que las bancadas legislativas del FMLN y ARENA acordaran, en septiembre de 2017, una reforma de pensiones que también tenía implícito un acuerdo fiscal y que fue retomado al aprobar el presupuesto 2018 en enero pasado.
Problemas en el corto plazo
Pero a pesar de los resultados favorables para ARENA, Fitch advierte que en el corto plazo podría haber un nuevo estancamiento con la Presidencia y la legislatura, que ahora estaría controlada por el partido opositor. “Las negociaciones para la legislación presupuestaria de 2019 pueden resultar particularmente difíciles y el Gobierno podría necesitar financiamiento para 2018”, añade.
El momento sería crítico pues el Gobierno necesitará $800 millones para amortizar una deuda en 2019.
Fitch advierte que “Si un candidato del FMLN o un tercero ganara la presidencia, entonces aumentaría el potencial para un estancamiento político continuo”.
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Sin embargo Interiano dijo que con la nueva legislatura seguirán buscando consenso con el resto de partidos políticos. Las negociaciones para analizar los compromisos fiscales hasta 2024 se retomarían después de estas elecciones.