“La RSE va más allá de solo la fotografía y la filantropía”

La RSE debe velar por los empleados y consumidores, el medioambiente, respetar derechos humanos y cumplir la ley

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Por Magdalena Reyes

01 January 2018

Desde la llegada del “chip” de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) al país, allá por el año 2010, su difusión y aceptación por parte de varias empresas ha ido creciendo paulatinamente, tanto en la gran empresa como en las pequeñas y medianas.

Sin embargo, existen empresas que más que apoyar a la comunidad, sus clientes, accionistas, proveedores o empleados, buscan quedar bien en la foto, y hacen obras más como estrategia de imagen o de relaciones públicas, que verdaderas obras de RSE.

En ese sentido, Elena María de Alfaro, expresidenta de la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas), señala “No hay cosa peor, que aquellos que dicen que hacen RSE o inclusive filantropía, pero solo es del diente al labio, o sea, solo para la foto”, destacó.

De acuerdo con cifras de Fundemas, actualmente cuenta con 200 miembros, entre individuales y asociaciones, pues la fundación suma cada año entre ocho y doce nuevos miembros.

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Elena de Alfaro afirma que la Fundación ha tenido que acercarse a ciertas empresas que difunden programas que en realidad no son RSE, para orientarlos y que hagan más que solo filantropía.

Una empresa que verdaderamente hace RSE debe cumplir con estándares tan altos que incluso la Organización de las Naciones Unidas ya los incluyó dentro de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Algunos de los ejes de la RSE son la gobernanza (compromiso con la ética y cumplimiento de la ley), clima laborar favorable, respeto de los derechos humanos, proteger la salud y seguridad del consumidor, uso sostenible de los recursos naturales (agua, tierra, aire, etc.), desarrollo de la comunidad y alineamiento con el interés público.

De Alfaro sostiene que la Responsabilidad Social Empresarial no es estática, va caminando y las empresas se comunican entre sí para ver qué están haciendo y poder intercambiar ideas; pero, a pesar de lo trabajado en el país, de acuerdo con Elena de Alfaro, hay que seguir insistiendo en cambiar los conceptos de filantropía y migrar a la RSE, además de establecer instrumentos de medición.

El presidente de Fundemas, Tomás Regalado, afirma que las empresas se hacen miembros de la Fundación porque esta los apoya a entender qué es la RSE, de modo que entienda que es un accionar responsable a través de las decisiones que hacen cada día como empresarios e individuos en la sociedad.

“Ahí es donde las empresas se dan cuenta que RSE no es dar, es actuar correctamente todos los días, cada acción que tomó dentro de mi empresa tiene que ser responsable, yo tengo que entender los impactos positivos y negativos de mi accionar”, mencionó Regalado.

La idea es que al elaborar un producto o prestar un servicio, el impacto de ese proceso sea positivo, que no afecte a la comunidad, no emplee niños, no contamine ríos ni genere efectos negativos.

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Exhortan clientes a exigir prácticas RSE

De acuerdo con Elena de Alfaro, los clientes deben estar familiarizados con la RSE, para exigir o verificar lo qué hacen las compañías, ante de optar por adquirir uno de sus productos o servicios.

Hay países como Canadá y Dinamarca en donde los empresarios deben hacer RSE para que sus clientes quieran comprar sus productos.

Asimismo, la denominada generación millenials demanda que las empresas realicen prácticas de RSE para poder comprarles. “La juventud se vuelve cada día más exigente, ellos vienen escriben el nombre del producto (en un buscador en Internet) y ven las prácticas y condiciones con las que se elaboraron”, destaca de Alfaro.

Agrega que quien sabe revisa detalles de cómo se ha elaborado un producto y los clientes luego se convierten en jueces de esas empresas, lo que obliga a los empresarios a establecer buenas prácticas, enfocadas en los diversos ejes de la RSE.

Para el caso las empresas exportadoras, con clientes en Europa, son auditadas por sus clientes, que revisan los programas de RSE que ejecutan, y sus montos de inversión.

Dichas empresas deben mantener sus libros “a la orden”, para comprobar sus gastos en los programas ejecutados.

Fundemas comenzó trabajando con empresas una a una, hoy la tendencia es trabajar con asociaciones o gremiales, lo que ha permitido expandir la RSE y ha permitido establecer alianzas. “Eso es bueno porque uno se da cuenta que las metas que tenemos para crear un mejor El Salvador son similares; hay proyectos del Ministerio de Medio Ambiente que tienen que ver con la visión del sector azucarero”, destacó Regalado.

En esa medida se pueden establecer alianzas con ONG, instituciones públicas u otras empresas con las que se compartan visiones similares.