Bitcoin es una herramienta más que una inversión

Franco Amati, de Bitcoin Argentina, participó en un evento sobre tecnología en el que explicó cómo la moneda virtual puede ser muy útil para los salvadoreños.

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En los últimos años se ha dado un boom de criptomonedas.

Por Vanessa Linares

14 November 2017

“El Bitcoin es una herramienta más que una inversión”, y por su fortaleza en permitir transferencias internacionales instantáneas y mucho más baratas que en el sistema financiero tradicional, “van a ser muy útil para los salvadoreños”. Esa es la firme creencia de Franco Amati, colaborador de la organización sin fines de lucro llamada Bitcoin Argentina y organizador de la Conferencia Latinoamericana de Bitcoin y Blockchain.

“En cuanto a precio puede subir y bajar, como una acción, pero lo importante es que es una herramienta que permite hacer transferencias internacionales a muy bajo costo y ese es un plus hoy en día”, dijo Amita.

Bitcoin es una divisa electrónica que sirve para intercambiar bienes y servicios. Es una tecnología que, si aplica el símil, puede considerarse como un e-mail del dinero.

Se consigue a través de casas de cambio en distintas parte del mundo, donde se puedan cambiar dólares (o cualquier otra moneda local) por Bitcoins. Quien las adquiera puede comprar y guardarlas para revenderlas o utilizarlas para hacer transferencias.

Para Amita el Bitcoin se luce internacionalmente. Aunque a la fecha no se tenga un registro estadístico de cuántas personas han adquirido las criptomonedas, Argentina y Brasil son los dos países de la región que más han avanzado en el tema. El primero ya cuenta con cinco casas de cambio (que convierten Bitcoin a pesos y viceversa) y con ellas se estima que los usuarios de la criptomoneda suman unos 100,000.

En El Salvador tampoco hay estadísticas. Algunos inversionistas que forman parte de una comunidad en Facebook, calculan que participa al menos un centenar de personas.

Para el analista argentino, usar los Bitcoins pueden ser una oportunidad para el país. Organizados, por ejemplo, los ya participantes pueden emprender y montar una casa de cambio local.

Uno de los cambios evolutivos del nuevo activo monetario, que quizá ha impulsado mucho más su crecimiento a nivel mundial, es que cuando nació en 2008-2009, era visto desde el punto tecnológico “y ahora los fondos de antes que veían a Bitcoin como un juguete , ahora lo ven como un activo de resguardo frente a posibles crisis internacionales monetarias”, añadió el experto.

Hasta ayer, un Bitcoin costaba $6,737.92; y según el sitio web “Blockchain.info” se contabilizaban más de 270,000 transacciones en las últimas 24 horas.

¿Sin regulación?

Es aceptada como una representación digital de valor que puede ser comercializada digitalmente y funciona como medio de cambio; no obstante la moneda virtual no tiene curso legal en ninguna jurisdicción, por lo tanto nadie la ha normado.

El representante argentino insiste en que la criptomoneda no necesidad una regulación especial, puesto que precisamente por su versatilidad, el Bitcoin puede adaptarse a las normativas de cada país.

“No porque alguien invente algo nuevo, eso no está regulado. Se encaja a una regulación existente”, dijo.

Si bien no dice Bitcoin ninguna regulación, en Argentina, por ejemplo, la divisa electrónica “encaja” para los tributaristas y abogados como si fuera un bien, una marca, que aunque no se puede tocar, es transferible.

Actualmente el debate en el país suramericano está en que el gobierno ha puesto en consulta unas nuevas políticas monetarias que incluyen a los Bitcoins; no obstante, la comunidad considera que la criptomoneda no debe tratarse como si fuera un título valor como un bono (que se compra, vende y obtiene ganancia), sino más bien como una divisa internacional.

En El Salvador, el Banco Central de Reserva (BCR) emitió un comunicado sobre el Bitcoin. Para el ente financiero, “cualquier transacción que se realice con este tipo de monedas o activos virtuales, será bajo la responsabilidad y riesgo” de quienes inviertan.

Amati recomendó informarse, buscar historia y aprovechar la vasta colección de artículos sobre el tema.

“En El Salvador hay mucha necesidad de esto”, reiteró el representante.