A partir del 15 de noviembre, los salvadoreños comenzaron a cotizar al fondo de ahorro para pensiones, el equivalente al 15 % de su salario, y no el 13 % como estaban acostumbrados.
Los afiliados cotizantes al Sistema de Ahorro para Pensiones (SAP) verán el cambio en el porcentaje descontado para las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en las boletas de pago de este mismo mes, confirmó la Asociación Salvadoreña de AFP (Asafondos).
¿Por qué? La reforma a la ley SAP, aprobada por la Asamblea Legislativa el pasado 28 de septiembre, incrementó del 13 al 15% la tasa de cotización obligatoria que todo trabajador formal debe hacer al sistema de pensiones. De ese 2% adicional, el 1% será aportado por el trabajador y el otro 1% por el empleador.
Así, de ahora en adelante, al trabajador le retendrán un total de 7.25 % de su ingreso, y el empleador aportará un 7.75 %, para completar el porcentaje de cotización obligatoria. Antes era 6.25 % y 6.75 %, respectivamente.
La nueva ley estipula que en los primeros dos años: 2017 y 2018, del 15% aportado, solo un 8% llegará a la Cuenta Individual de Ahorro para Pensiones (CIAP) del afiliado, es decir, su propio ahorro para cuando envejezca, porque el otro 5% irá a un fondo especial llamado Cuenta de Garantía Solidaria (CGS), creada para asegurar que todos tendrán pensiones estables y vitalicias; y el otro 2% se destinará al pago del contrato del seguro de invalidez y sobrevivencia que establece la ley, y también al pago de la comisión de la AFP por administrar las cuentas de los cotizantes.
Eventualmente, el porcentaje del dinero que llegará a las cuentas individuales irá en aumento y el que va hacia el fondo especial, disminuirá.
Por ejemplo, entre 2038 y 2043, a las Cuentas Individuales llegará 9.1 % de la cotización porque a la Cuenta de Garantía Solidaria solo irá 4%, y para el seguro y la comisión de AFP esta bajará al 1.9%.
La ley establece que será a partir de 2050 que del 15% cotizado, un mínimo del 11.1 % irá directamente a la Cuenta Individual de Ahorro para Pensiones, 1.9% será por los servicios administrativos y el 2% restante servirá como aporte para los beneficios de longevidad del afiliado.
Cabe aclarar que todos los aportes del empleado van directamente a su ahorro individual y es el aporte del empleador el que se divide entre la cuenta del afiliado, el fondo especial y el pago del seguro y comisión de AFP.
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Sobre la nueva cuenta solidaria
La ley detalla que la Cuenta de Garantía Solidaria “se constituirá como un mecanismo que asume el financiamiento y pago presente y futuro de la pensión mínima”, atenderá el pago de pensiones de longevidad (una vez agotado el saldo de la cuenta individual del cotizante), el de las pensiones de vejez en segunda etapa, el las pensiones por sobrevivencia y, entre otras prestaciones, el de los Certificados de Traspaso y Certificados de Traspaso Complementarios (instrumentos con los que se complementan las pensiones de aquellos que cotizaron en el sistema público y a partir de 1997 decidieron cambiarse al sistema privado, los comúnmente llamados “optados”).
Dicho fondo se financiará con la cotización a cargo del empleador, una cotización especial de los optados ya pensionados (de 3% al 10%) y un aporte del Estado (de 1.7 % proveniente del Presupuesto de la Nación en 2018 y 2019; y de 2.5 % del presupuesto a partir de 2020). Es importante mencionar que tras la discusión en la Asamblea, se aprobó que las aportaciones a la CGS serán compensadas una vez los afiliados se pensionen por vejez o accedan a un Beneficio Económico Permanente. Esta devolución del total aportado se dividirá en 240 cuotas mensuales que serán pagadas de forma complementaria y simultánea a la pensión.
Pensionados también deben hacer un aporte especial
Otra de las novedades en la reforma de pensiones que se aprobó es que a partir de noviembre, los afiliados al sistema que ya están pensionados, también tienen que comenzar a dar un aporte especial cuyo monto depende del beneficio económico que reciban en este momento.
La reforma a la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones (SAP) detalla que desde este mes a los pensionados se les cargará una cotización especial que financiará, también, la Cuenta de Garantía Solidaria (CGS).
Estas nuevas disposiciones “tienen el objetivo de asegurarle una pensión estable y vitalicia y brindarle la tranquilidad de que seguirá contando con una fuente de financiamiento garantizada para el largo plazo”.
Según la ley, si un pensionado recibe una pensión de hasta $622.80 (el equivalente de hasta tres pensiones mínimas) deberá aportar un 3%. Si su pensión es de entre $622.80 y $1,245.60, su aporte a la CGS será de 5%.
Para aquellos pensionados que reciban el equivalente a más de 6 y hasta 8 pensiones mínimas, es decir entre $1,245.60 y $1,660.80, su contribución especial será de 7 % y los que tengan una pensión superior a ese monto, la tasa de cotización será del 10 %.
Cabe mencionar que a los pensionados que devengan una pensión mínima, que a la fecha es de $207.80, no se les aplicará el nuevo cargo de cotización.
¿Beneficios?
El aporte que tendrán que hacer los pensionados, además de colaborar con aquellos menos afortunados, les permitirá algunos beneficios que no estaban contemplados antes de la reforma.
Por ejemplo, en el Art. 184-C del Decreto Legislativo 787, se detalla que los pensionados recibirán un incremento del 10 % de su pensión mensual a partir de que cumplan 85 años de edad. Además, El pago de la pensión, que antes se hacía con recursos trasladados mensualmente por el ISSS o INPEP, ahora será oportuno pues se financiará con la Cuenta de Garantía Solidaria que a su vez será administrada por las AFP.
La comisión por la Administración de la Renta Programada también bajó al 1 % con la reforma.