Empresa salvadoreña exporta tecnología a Estados Unidos

Applaudo Studios desarrolla aplicaciones para teléfonos inteligentes y plataformas web. Su crecimiento la ha llevado a abrir una oficina en Austin, Texas, y otra más recientemente en Guadalajara, México.

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El centro de operaciones de la empresa en El Salvador emplea a cerca de 50 desarrolladores de software.En los próximos meses, Applaudo planea mudarse a instalaciones más grandes.

Por Omar Cabrera

17 October 2017

Era 2013 y la cadena estadounidense de televisión NBC requería una aplicación de los Juegos Olímpicos de Invierno que tendrían lugar el siguiente año en Sochi, Rusia.

La app debía contener el calendario de competencias, resultados, videos, fotografías y otros elementos que cautivaran la atención de los usuarios de teléfonos inteligentes.

Un desarrollador de software de Estados Unidos subcontrató a una empresa salvadoreña para que hiciera el motor de la aplicación con personal aquí en el país. El trabajo siguió un proceso de pruebas y evaluaciones, hasta que se entregó el producto final al cliente.

El resultado fue tan satisfactorio que la empresa desarrolladora estadounidense comenzó a asignar más proyectos a su subcontratista salvadoreña.

“De repente empiezan a pedirnos más gente, y más gente, y más gente. El servicio era tan bueno, y encontraron que lo único que necesitaban con estos chavos era ponerlos a estándar, llevarlos al estándar de Estados Unidos”, narra Darwin Romero, cofundador de Applaudo Studios.

En sus casi cinco años de operaciones, Applaudo ha desarrollado más de 80 proyectos, para iOS, Android y plataformas web.

La empresa mantiene su principal centro de operaciones en SanSalvador, donde emplea a más de 50 colaboradores, principalmente ingenieros de software. Otros 20 empleados están repartidos en Austin, Texas; Guadalajara, México; Guatemala y Costa Rica.

“Guadalajara se vuelve en un tema de contingencia porque hay clientes que te dicen: ‘no quiero tener todo mi volumen de desarrollo en un solo lugar, por el tema de seguridad ¿Qué pasa si se va el Internet? ¿Qué pasa si hay un huracán? ¿Qué pasa si hay un terremoto?’, explica el cofundador de Applaudo.

“Entonces, tenemos que ofrecerle un plan contingente a nuestro cliente y decirle: ‘Hey, tenemos también un volumen en Guadalajara, el cual tiene condiciones climáticas de región distintas’, por lo cual aplica como un Tier de contingencia en el servicio que le vendemos a nuestro cliente en Estados Unidos”, añade.

Crecimiento

Romero sostiene que en Guadalajara trabajan 10 desarrolladores de software, pero Applaudo está buscando contratar más personal, para hacer frente a la demanda de sus servicios.

El emprendedor cita cálculos basados en estadísticas del Departamento de Trabajo de Estados Unidos según los cuales para el año 2020 habrá en ese país una escasez de 1.2 millones de desarrolladores.

Esta alta demanda abre oportunidades a empresas en diferentes países, que como Applaudo, son capaces “de desarrollar al nivel de alguien graduado de Stanford”.

Por ese motivo, Applaudo planea contratar, entre ahora y el cierre de 2018 un total de 100 desarrolladores en El Salvador.

Acorde con este crecimiento de su plantilla profesional, la empresa también planea mudarse a un local más amplio que el que ocupa actualmente.

Romero celebra que el modelo de negocio que formularon con su socio, el también cofundador de Applaudo, José Luis Giammattei, ha funcionado.

Ambos se conocieron cuando trabajaron en el centro de servicios que la multinacional Dell operaba en El Salvador. Luego de que la empresa vendió esa operación en el país, Romero fue trasladado a Argentina, y luego a Brasil.

Fue precisamente alguien que los dos emprendedores salvadoreños conocieron en su paso por Dell quien les alumbró el camino de lo que después sería Applaudo.

Esa persona es Scott Kenyon, quien luego de dejar Dell se unió a otros socios y fundó en Estados Unidos la empresa Phunware, con la cual los salvadoreños lograron su primer contrato. Ese fue el proyecto para las olimpiadas de invierno de Sochi.

Romero recuerda que una vez comprobaron que el talento salvadoreño podía desarrollar software que satisficiera los estándares de empresas en Estados Unidos, comenzaron a tocar puertas en Nueva York para conseguir sus propios clientes. Así fue como empezó esta empresa tecnológica salvadoreña, que hoy busca duplicar la cantidad de sus programadores para hacer frente a la alta demanda de sus servicios.