Las empresas distribuidoras de energía eléctrica de AES El Salvador decidieron suspender el suministro del servicio a la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), porque la autónoma no cumplió con el plan de pago. La corporación de eléctricas aseguró que el recorte no afectará a la población en general.
“Ante el incumplimiento del plan de pago acordado con la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), en julio pasado, las empresas distribuidoras CAESS, CLESA, EEO y DEUSEM han procedido a la suspensión progresiva del suministro de energía eléctrica en varias oficinas administrativas y comerciales de ANDA”, confirmó AES El Salvador a El Diario de Hoy.
La empresa no especificó cuáles son los inmuebles afectados ni el plan progresivo de suspensión del servicio.
Según AES, la medida extrema fue tomada debido a que la autónoma le adeuda más de $5 millones.
“Las estaciones de bombeo no han sido ni serán suspendidas, a fin de no afectar a la población en general”, enfatizó la empresa en su breve comunicado oficial.
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En busca de corroborar la medida, este periódico visitó dos agencias en la zona de San Salvador, empero ambas funcionaban con normalidad.
El edificio administrativo de ANDA, ubicado en el Centro Urbano Libertad Avenida Don Bosco, frente a la Universidad de El Salvador (UES) también operaba sin problemas aparentes la tarde de este viernes.
“Aquí no, quizá en otro lado o en el centro (de San Salvador)”, fue la respuesta de una empleada al consultarle si todo el inmueble estaba operando y si habían tenido algún problema de corte de energía eléctrica en las últimas horas.
El 13 de mayo 2017, en su última “aclaración necesaria” publicada en su página web, ANDA aseguró que de enero a abril había cancelado a la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) un total de $42.3 millones en concepto de abonos a la deuda por el servicio de energía eléctrica. El dinero provenía de recursos propios pero en su mayoría de titularización.
“ANDA realiza los pagos mes a mes, de acuerdo a su capacidad, demostrando responsabilidad administrativa y el compromiso de salvar su deuda”, justificó la autónoma en dicho comunicado.
Situación complicada
Las distribuidoras de energía eléctrica en El Salvador han visto complicada su situación financiera desde finales del año pasado.
Por “problemas de caja”, es decir, falta de liquidez financiera, el gobierno dejó de pagarles la cuota de dinero que corresponde a las distribuidoras como producto de servir a los salvadoreños energía subsidiada (a menor costo del real).
Aunque saldó, con retraso, la deuda que tenía hasta diciembre 2016, el Ejecutivo no ha vuelto a ponerse al día en honrar sus compromisos bajo este concepto.
En marzo de este año, luego de un abono, el gobierno pagó una parte a las distribuidoras dejando la deuda en alrededor de $11 millones; sin embargo, después de eso, no logró seguir pagando.
En abril, cuando la deuda ya era de $28.4 millones, a través de un campo pagado, las distribuidoras detallaron que del total adeudado, $17.8 millones correspondían a energía comprada al mercado eléctrico “para sostener el subsidio otorgado a la población más necesitada” y los otros $10.6 millones eran por el consumo de energía suministrada a la ANDA.
El último dato que proporcionó la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), gremial a la que pertenecen las empresas distribuidoras de energía, fue que la deuda no pagada por el subsidio eléctrico superaba los $30 millones y correspondía hasta agosto de 2017.
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El atraso en el pago continúa afectando a toda la cadena de pago del subsidio eléctrico, advirtieron los expertos.
El gerente de Energía de la ASI, Juan Cea Vega, ha señalado en reiteradas ocasiones que no pagarle a las distribuidoras puede impactar en el precio de la energía en el país, y en un caso extremo, derivar en la racionalización del servicio.
De hecho, por incumplimiento de contratos al no poder pagar a los proveedores, Guatemala decidió en febrero suspender la venta de energía a las distribuidoras de El Salvador.
Por otra parte, en un afán de focalizar el subsidio y entregarlo a quienes realmente lo necesitan, el gobierno hizo una reforma a la Ley del Fondo de Inversión Nacional en Electricidad y Telefonía (FINET) para que el subsidio se limitara a $3 o $4, según el caso.
A la fecha el Ejecutivo no ha esclarecido un mecanismo de pago de subsidio energético que sea permanente y sólido.
