Aunque no hay un dato exacto de qué tanto han aumentado los precios de las viviendas en el país, la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco) estima que “algunos valuos bancarios indican que el aumento ronda entre el 10 y 15 %”.
El presidente de la gremial, Ángel Díaz, explicó que en el precio influyen diversos factores como la ubicación, tipo de construcción y acabados.
De acuerdo con el representante del sector, las viviendas han subido de precio debido a varios factores relacionados a la reducción en la disponibilidad de oferta de terrenos, sobre todo en las áreas urbanas; el incremento en los precios de materiales de construcción y de mano de obra.
Además, dijo, la plusvalía adquirida al desarrollar obras y generar ambientes que mejoran las condiciones de vida, los costos para obtener y cumplir con todos los requisitos normativos y, sobre todo, los de seguridad, también influyen en el valúo.
Y es que, parece que la inseguridad está haciendo migrar a muchos salvadoreños dentro de la misma ciudad, pasando de colonias “peligrosas” a otras que garanticen más seguridad.
Según Casalco, la oferta y demanda de viviendas muestra variaciones debido al tráfico, la ubicación de los centros de estudios y lugares de trabajo; y los conglomerados de comercios que faciliten la realización de actividades cotidianas como bancos, supermercados, farmacias, hospitales, etc.
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También, un rol importante lo juega la seguridad, pues, reconoce Díaz, “existe una preferencia de vivir en lugares adonde sentimos mayor seguridad”.
“Las familias prefieren vivir en condominios cerrados con seguridad y que estos cuenten con sistemas electrónicos (cámaras, sistemas de monitoreo) y seguridad física, con personal armado, lo cual requiere también de un equipamiento adecuado”, explicó a el presidente de Casalco.
El presidente de la Cámara Salvadoreña de Bienes Raíces, Wilfredo Arévalo, indicó que la plusvalía de una casa puede caer hasta un 30% si no tiene un portón de seguridad, por ejemplo.
Díaz también consideró que existe un incremento en la demanda de edificios de apartamentos, que dependiendo de la ubicación de los mismos y el tipo de construcción, acabados y servicios adicionales, pueden tener un costo alto.
Arévalo reconoció que hasta el momento no existe un control sobre los precios de venta de las unidades habitacionales y tampoco se cuenta con datos promedio que indiquen cuánto cuesta la vara cuadrada o el metro cuadrado en determinada zona.
Sobre esto, el representante de la gremial de constructores consideró que resulta más difícil regular los precios puesto que éstos dependen en su mayoría de la oferta y demanda.
“No creemos que puede haber un estándar (de control) pues los precios dependen de la oferta y la demanda y vemos muy difícil tratar de normar o regular esto”, puntualizó el empresario.