Gobierno recorta subsidios para no quedarse sin dinero

El ministerio de Hacienda proyecta cerrar el año con un gasto en subsidios por el orden de los $170 millones. Hace nueve años el gasto en subsidio era de casi $400 millones.

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Foto de referencia/Archivo

Por Karen Molina

03 September 2017

El Gobierno sigue recortando los subsidios para no quedarse sin dinero en otras áreas que no tiene financiadas.

Este año terminará pagando unos $170 millones en subsidios de gas licuado, transporte público y subsidio a la energía, unos $223.1 millones menos que en 2008, a medida que se queda sin recursos para pagar a distribuidoras y retrasa pagos a otros proveedores.

La reducción de la ayuda estatal se ha acelerado entre 2014 y 2016, luego que la finanzas públicas comenzaran a deteriorarse y el Gobierno no incorporara en su presupuesto gastos como el pago de la deuda de pensiones y otros.

La depuración de los beneficiarios del subsidio ha sido una de las alternativas que ha tomado para no quedarse sin efectivo.

Solo al ver el subsidio al gas propano la diferencia es significativa. En 2008 el Gobierno destinó $136.8 millones para subsidiar el costo de los tambos de gas, en momentos que el precio del petróleo se había disparado.

Según datos del Ministerio de Economía, en 2009 el subsidio a la energía se entregaba de forma generalizada, pero ahora solo 1.1 millones de hogares lo reciben.

Con esta depuración, más de 30,000 hogares han salido de la lista de beneficiarios del gas propano, por lo que muchas familias han tenido que pagar hasta $10 por tambo de gas.

La institución asegura que actualmente no existe ninguna iniciativa para realizar una depuración del listado de beneficiarios, pero sí expuso que hay una iniciativa para mejorar el sistema del subsidio que aún está en estudio.

La energía eléctrica también ha disminuido considerablemente su ayuda estatal para las familias salvadoreñas. En 2008 se destinaban $210.9 millones, según las cifras de Hacienda. Pero este año el gasto solo será de $90 millones, debido a los nuevos requisitos que se le han establecido a los beneficiarios.

Pero este año se proyecta un gasto de $40 millones. En 2016 los recursos para este rubro fueron de $48 millones.

Se estima que unos 700,000 hogares ya no reciben más el subsidio a la energía eléctrica.

El subsidio al transporte público, en cambio, se ha mantenido casi igual, rondando entre los $40 y $60 millones pues aunque las autoridades han hablado de eliminarlo, ésta ayuda ha seguido, a través del cobro del impuesto Cotrans (Contribución al Transporte) que se hace por medio de la compra de combustible.

El subsidio al agua potable también es uno de los beneficios estatales que se sigue reduciendo. De acuerdo con declaraciones que el presidente de la autónoma, Marcos Fortín, dio a otros medios de comunicación, se está trabajando actualmente en un nuevo mecanismo de depuración de los beneficiarios. Este periódico consultó a ANDA al respecto, pero no tuvo respuesta oportuna sobre esta depuración.

En cambio, el Gobierno ha aumentado los pagos de programas sociales como el bono de salud y educación, así como la alimentación escolar y paquetes escolares.

Presión económica

Las complicadas finanzas del Estado y el escaso límite de financiamiento a través de deuda tanto local como extranjera ha obligado al Gobierno a reacomodar sus gastos para hacer frente a pagos ineludibles, pero cuyos recursos no fueron incluidos en el presupuesto general de la nación.

En los últimos meses ha reorientado dinero de áreas como.

Un análisis elaborado por el economista José Andrés Oliva, de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), indica que el Gobierno ha obtenido unos $128 millones de los cuales unos $48 millones se han financiado tras la depuración del subsidio a la energía eléctrica.

Según Oliva, el Gobierno ha ido llenando huecos para solventar el déficit fiscal que ha acarreado todo el año tras no haber incluido en el presupuesto montos importantes como el pago de la deuda de pensiones (unos $230 millones), entre otros.

Solo en octubre debe pagar unos $91 millones para los que aún está buscando financiamiento.

El problema se agrava al no contar con dinero inmediato a través de la colocación de Letras del Tesoro que le han permitido financiar muchos de sus gastos de forma rápida y sin pasar por la Asamblea Legislativa.