Unos $500 millones adicionales podría tomar prestado el Gobierno de los ahorros de pensiones, de quienes cotizan a las AFP, si los diputados avalaran un aumento del 5% más al techo del Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP), que actualmente es del 45%.
Este Fideicomiso fue creado en 2006 como un mecanismo para que el Gobierno metiera mano en los bolsillos de los cotizantes de las AFP, para pagar a los jubilados actuales del ISSS e INPEP.
Al inicio de su creación, el Gobierno podía tomar un máximo de 35% del fondo previsional. En 2012, el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, pidió que lo subieran al 45%, y ahora está solicitando un 5% más, con lo que estaría tomado el 50% de los fondos.
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Un 5% parece una mínima cantidad, pero según el abogado constitucionalista Enrique Anaya, si tomamos en cuenta que el fondo de pensiones (todo el dinero ahorrado de los trabajadores desde 1998) suma hoy más de $9,700 millones, eso significa que el Estado tendría vía libre para pedir prestados otros $500 millones, más de lo que ya presta cada año a los cotizantes.
Solo entre enero y junio de este año los trabajadores le han prestado al Gobierno $262 millones con los que ha logrado pagar a los jubilados del sistema antiguo.
Desde 2006 hasta la fecha son más de $5,600 millones en préstamos los que Hacienda ha tomado de los trabajadores.
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Según René Novellino, presidente de la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos), el límite del 45% se alcanzaría a finales de julio. Las AFP aún tienen un margen para prestarle dinero al Gobierno unos $50 millones en julio, con lo cual éste no tendría excusa para no pagar las pensiones del ISSS e INPEP en ese mes.
Pero la rentabilidad que ofrece Hacienda por tomar ese dinero no es la más atractiva para los trabajadores. Según Novellino de cada $100 en los fondos de pensiones, $60 son prestados al Gobierno a una tasa promedio de 2.5%.
De esos $100, $45 tienen que prestarse al Gobierno obligatoriamente a través de los Certificados de Inversión Previsional (CIP); y otros $15 se le prestan al Gobierno sin límite alguno para que pague los Certificados de Traspaso, que complementan la pensión de los que tienen fondos en el sistema de pensiones público y también en el privado. “El dinero podría invertirse en otros instrumentos que generen rentabilidad de más del 6%”, explicó Novellino.
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Como una muestra, dijo que desde el 15 de abril han comenzado a jubilarse las primeras mujeres del sistema de pensiones privado, y que su pensión pudo haber sido entre un 20 y un 40% más alto si la mayoría de su dinero se hubiera invertido en otros instrumentos de mayor rentabilidad. Sin embargo, están obligadas a prestar más de 60% al Gobierno
Quiere más dinero, pero no paga suficiente
Hacienda busca más dinero para solventar el pago de las pensiones de los jubilados, pero no está dispuesto a amortizar esa deuda todos los años.
Este año le correspondía pagar unos $230 millones en concepto de amortización de capital e intereses por el dinero que toma cada año de las AFP. Sin embargo, no lo incluyó en el presupuesto 2017 y hasta se arriesgó a caer en impago, tras no pagar $56 millones que correspondían al pago de abril.
Ahora se avecina un nuevo vencimiento de deuda. El 8 de julio, próxima fecha para que el Gobierno pague de nuevo el compromiso que tiene con los trabajadores. Son $44 millones los que debe pagar al final de ese mes, y otros $87 millones más en octubre.
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“En octubre pasado se pagaron los Certificados de Inversión Previsional (CIP) con más CIP. Luego se pagó después de haber caído en impago. Ahora quieren hacer otro parche más, pero los que estamos pagando los platos rotos somos los trabajadores”, señaló Anaya.
Lo mismo opinó Luz María Portillo, como representante de Fusades ante la ICP: “están haciendo parches, pero ninguno beneficia a los trabajadores”, señaló.
La propuesta para reformar la ley del FOP también se da en momentos en que los diputados han comenzado a discutir, en forma privada, las diferentes propuestas de reforma de pensiones.
René Pérez, miembro de Comtradefop, pidió ayer a los diputados que discutan las propuestas de una forma abierta, de cara a los trabajadores. “Tienen una brasa en las manos. Le pedimos a los diputados que informen qué es lo que están haciendo tras bambalinas y dejar claro el rumbo de nuestro dinero”.