Construcción fue el mayor impulsor económico en 2018

La economía creció al 2.5% del PIB, principalmente por una mayor actividad inmobiliaria. El sector agrícola, por el contrario, tuvo cero crecimiento, lo que supone un reto para 2019.

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Foto de referencia/ Archivo.

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08 April 2019

Los más de 200 proyectos de construcción que están en ejecución en distintos puntos del país, pero principalmente en San Salvador, han sido los principales impulsores del crecimiento económico, que al cierre de 2018 representó una variación positiva del 2.5% delProducto Interno Bruto (PIB), según datos del Banco Central del Reserva.

Los datos muestran que este sector tuvo una variación anual del 6.6%, solo antecedido por el sector de Minas y Canteras, en el que se registran todas las extracciones de piedra, arena y grava. Este sector tuvo un crecimiento interanual de 6.8% y también está relacionado a la construcción por ser el proveedor de todo el material básico para las edificaciones.

Su impulso también ha derivado en el crecimiento de otras áreas como por ejemplo, el financiero pues la tasa del crecimiento de créditos para el sector construcción creció de 8.4% en 2017 a 25.4% en 2018, lo que significa un mayor saldo de crédito.

El consumo aparente de cemento se disparó de 8.1% a 22.4%.

A su vez, creó más puestos de trabajo. El sector construcción sumó 1,467 empleos formales más a la economía nacional pues a diciembre reportaba 23,543 empleos directos.

Según el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Óscar Cabrera, este dinamismo en la construcción también ha permitido un desarrollo positivo del rubro de información y comunicaciones que incluyen servicios digitales como internet móvil y transmisión de datos, así como de electricidad, rubros que muestran aumentos en su demanda.

El sector construcción fue uno de los rubros más afectados entre 2013 y 2014 cuando reportó números negativos debido a la poca demanda de vivienda en la que también estaba relacionada la cautela de los bancos para otorgar créditos inmobiliarios.

En esos años la construcción cayó a números negativos de hasta -3%, lo que representó una etapa muy difícil para todos los empresarios que una vez buscaron invertir en esta área.

Ahora las expectativas son distintas. El presidente de la Cámara Salvadoreña de la Construcción (Casalco), Giuseppe Angelucci, espera que la construcción tenga un crecimiento de entre el 8 y el 10% este año, debido a que la demanda y la oferta se han alineado.

En los últimos dos años el país ha visto un desarrollo significativo de proyectos de apartamentos demandados por parejas jóvenes.

También se han desarrollado edificios corporativos, que demuestran un mayor interés de las empresas por mantener y ampliar sus oficinas en el país.

Otros rubros y proyecciones

Pero no solo el sector construcción tuvo un buen 2018. Otros rubros como el de alojamiento, servicios y comidas también tuvo un crecimiento importante, que está ligado a un mayor turismo, según reportan sus instituciones responsables.

El comercio, ligado a esta mayor demanda, también tuvo un buen año, según las estadísticas.

El área de información y comunicaciones también han logrado una variación positiva de 2.6% al finalizar 2018, cuando hace un año tan solo había crecido un 0.8%.

Pese a un buen desempeño en 2018, el presidente del BCR no quiere crear falsas expectativas sobre lo que ocurrirá este año y hasta hoy solo puede afirmar que la economía salvadoreña crecerá solo 2.4% en 2019.

Eso debido a que también hay riesgos externos que pueden modificar estas expectativas.

“Las perspectivas macroeconómicas tienen como uno de sus factores explicativos, la evolución esperada de la economía mundial y principalmente de Estados Unidos y de Centroamérica”, señala el comunicado oficial del BCR.

Dependerá de la economía estadounidense si el país seguirá teniendo un significativo envío de remesas y su consumo e inversión se mantengan como hasta ahora.

La guerra comercial de EE.UU. con China, México y otros, así como la finalización del TPS, las tensiones con Nicaragua y, a nivel interno, la falta de consensos y un ajuste fiscal acelerado y profundo serán claves para determinar el crecimiento económico al final del año.