La cuarta generación de la familia Poma sigue hoy el legado que heredó de Bartolomé Poma, un joven español que llegó a El Salvador en 1915 y que vio en el país una tierra fértil para invertir y establecer sus negocios.
Poma, que era experto en el ensamblaje de autos en Francia, abrió, en 1918, el primer taller e importador de vehículos de San Salvador llamado “B. Poma Limited”, cuando nadie más lo hacía.
Ese pequeño negocio es ahora parte de todos los rubros económicos en los que Grupo Poma ha incursionado durante 100 años. Representa, además, a una familia que pese a los obstáculos económicos y sociales, ha logrado mantener un grupo empresarial sólido y en expansión.
“Hoy nuestro liderazgo se continúa fortaleciendo con las innovadoras ideas de la cuarta generación conformada por mis hijos y mis sobrinos”, dijo ayer Ricardo Poma, director ejecutivo de Grupo Poma, en un video que resume la trayectoria de la compañía.
“Durante los últimos años hemos trabajado por consolidar el Grupo Poma con una filosofía que incluye: visión, gente y pasión”, agregó el empresario.
Cien años después, el grupo empresarial no solo lidera la importación de vehículos, sino que además, desarrolló el rubro hotelero, abrió el primer centro comercial del país y sus sucesivos centros comerciales en San Salvador, Santa Ana, Sonsonate y San Miguel.