Desde los bancos hasta instituciones no bancarias como comercios, restaurantes y proveedores de servicios, el lavado de dinero es un delito que puede permear diferentes mercados y por ello es fundamental que se creen mecanismos que permitan identificarlo, sin afectar los negocios y la estabilidad económica nacional.
Esto, según un análisis de AML Consulting, que demuestra que el tema del lavado de dinero y activos no solo es un tema que involucra a entidades financieras y entes reguladores sino que a la sociedad en general, porque todo tipo de empresa y organización corre el riesgo de ser utilizada para operaciones de lavado de activos, a pesar de las reformas que han tenido los marcos legales.
Según Juan Héctor Castro, director de AML Consulting, se deben de crear buenos mecanismos de prevención y evitar “caer en la subjetividad” al aceptar o rechazar una operación comercial.
“Buscamos dar un aporte para las organizaciones que les permita tener un panorama que refleje la necesidad de adoptar culturas de prevención, buenas prácticas, transparencia y protección de los negocios y las inversiones, generando más confianza en el mercado”, explicó Castro.
En este punto uno de los problemas sigue siendo la falta de una cultura de prevención de las empresas y una falta de gestión de riesgo, además de que esta discusión solo se ha centrado en los bancos y los entes reguladores y no en otros comercios y mercados de la sociedad.
“Por ejemplo, una joyería tiene más riesgo de convertirse en un negocio donde se mueva dinero lavado que una librería, ahí se deben de establecer controles acorde ala normativa vigente como realizar un monitoreo constante del comportamiento de las operaciones de los clientes con la finalidad de poder detectar operaciones irregulares”, agregó Castro.
El consultor también aconsejó monitorear las transacciones del cliente y estar seguros de que estas se adecuan a su capacidad económica y a la actividad y tipo de negocio con la finalidad de identificar alguna operación irregular.
AML Consulting también recomienda que se cumplan las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), entre las cuales está la implementación de un enfoque preventivo basado en riesgo legal, operacional y reputacional, lo cual incluye auditorías internas y externas de gestión y financieras. “
Todas las empresas tienen riesgo y por ende deben de crear una matriz de riesgo para evitar caer en criterios subjetivos, por lo que se deben de analizar los clientes, productos, zonas geográficas y canales de distribución antes de tomar decisiones de compra y venta que impliquen grandes cantidades de dinero”, dijo Castro.
Las ventajas para las empresas de estar protegido contra el lavado de dinero permite disminuir consecuencias civiles y penales en sus operaciones, además de que brinda más confianza y valor agregado a sus actividades.
Sobre la actual Ley Contra el Lavado de Dinero, la consultora considera que se deben de realizar varias reformas para que haya más protección en todos los niveles económicos y sociales y que estas se deben de realizar con la más amplia discusión y consenso, incluyendo sectores como la academia, industria, comercio y bancos.
AML reconoce que este tema debe involucrar desde la pequeña empresa hasta las grandes cadenas locales e internacionales.