Tramitología y poco personal atrasan el paso fronterizo

Trámites engorrosos, un sistema de mejora que no termina de implementarse y doble revisión de documentos provoca largas filas de furgones en la frontera de La Hachadura.

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Foto EDH Jorge Reyes

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29 December 2018

A pesar de que ya pasó la celebración de Navidad y que, según los transportistas, la mayor demanda de mercancías fue hasta la semana pasada, el paso por las fronteras para los vehículos pesados continúa siendo una prueba de paciencia para los conductores que deben de esperar entre seis y ocho horas para pasar de Guatemala a El Salvador.

Esto se constató esta semana en la aduana La Hachadura (del lado salvadoreño) y en la de Pedro de Alvarado (del lado guatemalteco) donde los motoristas consideraron que no hay unión aduanera porque deben de realizar dos veces los trámites de su declaración, y que hay poco personal de aduanas para atender los requerimientos, sobre todo en horas diurnas.

Pero además, según el presidente de la Asociación Salvadoreña de Transportistas Internacionales de Carga (ASTIC), Raúl Alfaro, los nuevos sistemas que ha anunciado la Dirección General de Aduanas (dependencia del ministerio de Hacienda), no se han implementado y la declaración electrónica de mercancías solo beneficia al importador o exportador, no al trailero.

“Si los procesos de documentación y de declaración que se hacen desde la fábrica o desde la bodega de donde sale la mercadería no son tomados en cuenta para agilizar el paso de los transportistas seguiremos igual, las fronteras siguen siendo un calvario y nunca se han modernizado”, enfatizó el dirigente de la gremial.

En el tema de las exportaciones desde El Salvador hasta Guatemala, Alfaro criticó que la aduana intermedia de Metalío no permita acelerar los procesos, ya que aseguró que en La Hachadura a los transportistas les piden de nuevo las declaraciones y les realizan otra inspección, incluyendo el pago de $ 18.50 por Rayos X.

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“No entiendo cual es el objetivo de esa aduana, la carga pasa por ahí, revisan los papeles, dan luz verde pero luego, cuando llegamos a la frontera, se repite todo el proceso, es un exceso de burocracia y un mal uso de un recinto que debería de dinamizar todo el comercio”, agregó Alfaro.

Por su parte José Sibrián, un transportista que ayer salió a las 6 de la mañana de Puerto Quetzal y que trasladaba alimentos perecederos a una bodega refrigerada en Soyapango, lamentó que todos los días haya poco personal en la oficina de aduanas de La Hachadura y criticó “la lentitud del proceso”.

“Solo haga cuentas, son las dos de la tarde y sigo acá, tengo todos los papeles en regla, todo me lo sellaron rápido pero cuando salgo de Pedro de Alvarado debo de esperar hasta dos horas para que me atiendan en El Salvador a pesar de que en Guatemala me autorizaron para continuar, pero toda esta fila es porque solo hay cinco agentes y de esos solo tres o dos trabajan”, explicó el transportista.

El Diario de Hoy corroboró que en la oficina de aduanas de La Hachadura habían siete agentes para atender una demanda estimada de 75 contenedores, la mayoría de placas guatemaltecas y salvadoreñas, y que la mayoría de traileros recurre a pagar a tramitadores externos para que agilicen el proceso, pagando un costo de entre $ 20 y $ 45.

Cuando se buscó la versión del jefe de turno de este recinto aduanero un agente de la Policía Nacional Civil dijo que el encargado no estaba y que no tenía autorización de hablar con los medios de comunicación.

Se pudo verificar que también la Dirección de Aduanas ha emitido una disposición para que los furgones y camiones solo usen el parqueo por un tiempo máximo de tres horas, algo que es imposible por lo prolongado de los procesos, según Alfaro.

“Ellos dicen que nos van a multar si incumplimos ese tiempo pero la ley da 24 horas, no tres, y luego se procede a un pago de $11.43 diarios por parqueo, para nosotros esa es una disposición inconsulta y arbitraria que se hace solo para evitar que se vean esas largas filas, que en temporada de alta demanda llega a ser de más de 15 kilómetros del lado de Guatemala”, agregó el presidente de ASTIC.

Sobre este tema José Contreras, un guatemalteco que debe de llegar el domingo a Nicaragua con materias primas para una maquila, dijo que los pagos adicionales los realiza el transportista y que hay viajes donde deben de cancelar hasta $100 por trámites que él considera innecesarios

“Esos pagos son corrupción, no tienen ningún sentido, no se porque es tan complicado entrar a El Salvador, ni en Nicaragua, por la situación política y social, esta tan mal el paso fronterizo”, razonó el transportista.

Otros de los sectores que resienten la falta de celeridad en las aduanas es el de los camioneros que ingresan frutas y verduras al país. Ellos reconocen que deben de “pelear” por un puesto en las filas fronterizas para evitar que el producto se arruine, además que deben de hacer un pago por $ 57.14 para una fumigación, más otros $ 63.28 de inspección.

“No estamos en contra el pago de inspección pero si el de la fumigación, ese es un cobro excesivo que al final terminan pagando los consumidores y es dinero que no se ve en el servicio que recibimos, las aduanas siguen siendo oficinas inoperantes y muchas veces, por su lentitud, el producto se pudre o llega dañado a San Salvador”, subrayó Alberto Montes, un guatemalteco que llevaba sandías para el mercado La Tiendona, de esta capital.

Todos los motoristas consultados coinciden en que la lentitud del paso aduanero es por la falta de capacidad de los oficiales y por repetir el papeleo, aunque Guatemala haya sellado y firmado las declaraciones.

“Se habla de integración pero todo eso es falso, lo mejor es eliminar las fronteras y hacer una declaración de impuestos y de mercancías común, esa es la única salida ante esta situación critica que vivimos en todas las fronteras”, concluyó el presidente de la Asociación de Transportistas de Carga.