En el transcurso de nueve años el interés por los técnicos ha incrementado, esto tiene que ver con las oportunidades laborales que hay, asegura Carlos Arriola, vicerrector académico del ITCA-Fepade. El déficit de profesionales en la industria y en el sector productivo, permite que los jóvenes que salen de los técnicos sean demandados por las empresas.
“La tendencia siempre ha sido, en el país o en el mundo, por las carreras humanísticas, y esto poco a poco ha ido cambiando”, comenta Ernesto Girón, director de Bienestar Estudiantil del ITCA.
Tanto Girón como Arriola señalan que tradicionalmente se ha mantenido la idea, sobre todo entre los padres y las familias, que es imprescindible que sus hijos estudien una licenciatura o una ingeniería, sin otorgarle valor a los técnicos. Pero, en los últimos años, las tendencias han cambiado.
Arriola dice que han mantenido estudios de mercado y una comunicación directa con las empresas, para determinar hacia dónde van las necesidades, además de poder realizar un rediseño constante de las carreras técnicas. “Ahora hay una gran necesidad de programadores. El trabajador puede programar desde su casa y entregar esos paquetes de lo que va haciendo. El autoempleo se está volviendo importante”, expone.
La necesidad de técnicos especializados de parte de las empresas ha sido tanta, que la carrera de técnico en Ingeniería Mecánica, opción mantenimiento industrial, fue creada especialmente porque una empresa les expuso la necesidad de ese tipo de profesionales.
“Aunque la demanda de los estudiantes no es muy grande, los que ingresan y se gradúan están muy bien posicionados”, agrega el directo de planeamiento curricular del ITCA, Alejandro Valencia.
Girón expone que el ITCA tiene el propósito de lograr colocar en empresas a los jóvenes que se gradúan como técnicos o que sean capaces de gestionar su propio negocio. “Nuestra meta es que al menos el 80% estén colocados. En algunas carreras el 80% se sobrepasa”, asegura.
En la universidad Don Bosco, el interés por los técnicos también ha crecido, sobre todo los del área de Tecnología, llegando a ser la tercera facultad con más estudiantes del centro.
Para la UCA, los técnicos están en el área de Ciencias Económicas, Mercadeo y Contabilidad. Además, se planea crear uno en el área de Comunicaciones.
“Creemos que tenemos que seguir apostando a que la gente se forme y tenga un proceso más continuo de formación. Que los técnicos sean salidas laterales que permitan una inserción laboral más rápida”, expone la vicerrectora académica de la UCA, Lidia Salamanca.
Un 98% de quienes se gradúan en los técnicos continúan sus estudios de licenciatura.
En el resto de las universidades, la oferta de los técnicos también ha crecido. Incluso abriendo técnicos enfocados en el arte y cultura, como el técnico en Artes Dramáticas de la Universidad Matías Delgado.
Sin duda, el técnico más solicitado es el de Enfermería. Su popularidad creció de forma significativa desde el año 2006, dejando atrás al resto de técnicos y al resto de carreras que corresponden al área de formación de Salud. Entre 2009 hasta 2015, hay 10,739 graduados del técnico: 9,354 fueron mujeres y 1,385 hombres.
En el caso de los hombres, el interés se mantiene en los técnicos relacionados a la informática, pero también en el técnico en Automotriz y en Eléctrica.
En el ámbito laboral aún hay muchos espacios para los técnicos. “No hay muchos técnicos calificados. La mano de obra calificada es escasa, hay oportunidad de poder sobresalir”, comparte la representante de Tecoloco, Mariela Trujillo.
Pese a todo, ella considera que lo más importante es que cada quien pueda escoger lo que le apasiona y le gusta. Esa fue la decisión de Luis Morán, de 17 años. Pasó de considerar una ingeniería o una licenciatura a escoger su verdadera pasión: la gastronomía.
Luis acaba de terminar el primer ciclo del técnico en Gastronomía en el ITCA y ya imagina el restaurante que quisiera crear con su madre, quien fue su guía hacia el mundo de la cocina cuando él era un niño.
“Es como cuando uno comienza a jugar fútbol, a uno le empieza a gustar y de repente uno tiene la satisfacción de cuando uno hace algo. Creo que fue así como me empezó a gustar esto y creo que disfruto cuando lo hago acá”.
El caso de enfermería
Muchos profesionales, pocas plazas: mientras que para el resto de técnicos las opciones laborales aún son variadas, para el caso del técnico en Enfermería la demanda ya supera a la oferta de plazas.
La presidenta de la Asociación Nacional de Enfermería de El Salvador (ANES), Nora de Peñate, dice que varios factores inciden en el interés por el técnico. Por ser una carrera corta hay más posibilidades de que la familia pueda ayudar mientras se estudia para luego poder conseguir un trabajo y continuar una especialización.
El problema es que hay un déficit de plazas para enfermería, tanto en el área del sistema público, como en el Seguro Social y lo privado. Peñate señala que en otros países se ha logrado que el número de recursos se forme de acuerdo a las necesidades del país.
Por ejemplo, en los hospitales hay mucha necesidad de personal de enfermería, pero que sea más especializado, en áreas de pediatría, geriatría, cuidados intensivos y máximas urgencias. Peñate considera que las universidades deben tomar en cuenta esta situación.
