Limeño y Pasaquina no se sacaron ventajas

Ambos todavía luchan por no descender en la Liga Mayor

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Por DSAJNKH

15 April 2018

SANTA ROSA DE LIMA. Limeño y Pasaquina se mantienen a seis puntos del último lugar en la acumulada, Sonsonate (40’), después de que cucheros y burros empataran a uno, en el Ramón Flores Berrios.

Derby unionense, que siempre entre los aficionados levanta mucho morbo. Lo curioso de este duelo es que siempre se llena el sector de platea, que el popular, que es el más barato.

El ingrediente especial de este duelo es que ambos equipos partían con los mismos puntos, en la tabla acumulada, con lo que estaban bajo la sombra del descenso, por lo que había cierta presión para los dos, pero Pasaquina fue quien salió más decidido a buscar los tres puntos.

Los burros tomaron la iniciativa desde el primer minuto del partido, cuando a los dos minutos, un cabezazo de Otoniel Salinas, tras el tiro libre, exigió al portero Kevin Carabantes, quien alejó sobre la portería.

Con un planteamiento 4-4-2, los pasaquinenses tuvieron el control de la pelota, cerraron espacio a los santarroseños, que con tres defensores (3-4-1-2), pasaron muchos problemas atrás y desesperaron a los aficionados, quienes en diez minutos comenzaron a exigir sustituciones.

Más grande fue el sufrimiento para los locales, cuando Salinas volvió a incomodar con un remate que pegó en el larguero y el volante trató de definir con potencia, pero el tiro le salió desviado (16’). Luego, tras un tiro de esquina, Salinas volvió a aparecer con un cabezazo que se fue por un costado.

Limeño, por momentos, se soltó la presión a la que lo sometió Pasaquina, pero el equipo cuchero careció de idea colectiva. Pases precipitados e imprecisiones para irse en ataque, terminaban la pelota rechaza por la defensa rival.

Lo mejor de los cucheros fueron dos tiros desviados: uno de Jairo Henríquez (4’), otro de Gutiérrez, en el área y frente a la meta (25’). Además, un centro que buscó Ogangan, de cabeza, pero el defensa Kevin Calderón lo anticipó y le ahogó el grito a los santarroseños, quienes todos se alistaron para celebrar.

El partido se emparejó a partir del minuto treinta, manteniendo una buena dinámica, pero con los pasaquinenses teniendo mejores ocasiones sobre la meta rival.

Pero como se dice en el fútbol: “Quien no las hace, las ve hacer”, en lo último del primer tiempo, Limeño terminó abriendo el marcador, en la primera vez que pudieron concretar tres pases.

Fernando Gutiérrez recibió una pelota, que pasó a Zúniga y este la devolvió elevado. El argentino prolongó de cabeza para que Diego Coca, quien entró por izquierda, definiera de pierna izquierda, ante el achique del portero Torres, quien poco había sido exigido (42’).

Los burros se quedaron observando entre ellos mismos, como buscando una explicación a no poder reflejar el dominio que mantuvieron durante la mayor parte del tiempo en la primera parte. Esto se mantuvo durante el descanso, donde la conversación con el entrenador fue de mucha reflexión.

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Reacción burra

Limeño trató de mantener la calma, con la ventaja en el marcador y manejar de una forma distinta el segundo tiempo. Pero además de que los burros volvieron a hacer presión, los cucheros se vieron complicados por la expulsión de Jairo Henríquez, quien, con una agresión, respondió a una falta que había cometido Salinas.

Con esto, los visitantes adelantaron líneas en busca del empate, mientras Limeño se encargó de cuidar el marcador y contragolpear, para tratar de ampliarlo.

Estuvieron a punto de sorprender con una arremetida de Fredrick Ogangan, quien luego de dejar dos marcas, ya no pudo contra el portero Torres, quien salió a rechazar (65’).

De esa jugada, Pasaquina se fue al ataque y a tratar de conseguir el empate, que llegó con un zurdazo de Kevin Sagastizado, en punto penal, después de recibir la asistencia de Palacios, ante la fría marca de los zagueros santarroseños.

Los minutos finales fueron de mucho drama, con los dos equipos presionado en busca del segundo gol, pero fueron los pasaquinenses quienes encimaron más, tratando de aprovechar el hombre de más, pero las cosas no cambiaron. Ambos equipos se conformaron el empate, con el punto y se resignaron a seguir sufriendo.