SAN SALVADOR. Realmente en un triste ambiente, con un raquítico ingreso de aficionados, FAS se reencontró con la victoria, al vencer (1-0) al Pasaquina, que no tuvo el rendimiento de otras ocasiones. Algo que se vuelve común, cuando desde muy temprano, en el mismo día del compromiso, hacen el viaje desde la ciudad pasaquinense.
Un triunfo que para FAS es como un respiro después de algunos días difíciles, tras perder contra Metapán y Alianza, por lo que el equipo ha perdido mucha credibilidad hasta con su misma gente de “hueso colorado”.
Quizás, por el poco número de personas en las gradas, el partido se sintió largo, tedioso, aburrido, de pocas emociones. No había instrumentos musicales y los gritos en la cancha, algunas veces se combinaron con el grito de ciertos aficionados, con los que reaccionaron ante ciertas decisiones arbitrales, que se prestaron a la polémica.
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Una de ellas, a los cuatro minutos, cuando Dustin Corea fue derribado dentro del área, por Félix Sánchez, quien lo terminó atropellando, luego de que el jugador santaneco se perfilaba sobre la portería pasaquinense.
El central Héctor Salazar no sancionó nada, solo amonestó a Coreas, quien reclamó un tanto airado lo que consideró que había sido una clara falta.
La mayoría de los jugadores orientales agacharon la cabeza, como reconociendo que se habían salvado. Pero ni aun así lograron mostrar otra actitud. Jugaron el primer tiempo, sin poderse acomodar sobre el terreno del Cuscatlán.
Por ello, FAS tomó la iniciativa del partido, teniendo el mayor control de la pelota y generando otras oportunidades para anotar el gol. Pero no encontraron la meta de Wilberth Hernández y dejaron escapar esas oportunidades, con tiros desviados de media y larga distancia.
Fue hasta que Jorge Morán se atrevió con la individual penetrar al área, donde recibió una falta de Kevin Calderón, que acertadamente el referí Salazar sancionó como penal. El mismo “Mojica” Morán se hizo justicia convirtiendo en gol, el penalti que cobró más con colocación, que potencia (21’).
Con el gol, los tigrillos soltaron un poco de presión, manejaron el partido con mayor tranquilidad y el mayor peligro que tuvieron que soportar fue un tiro libre de Kevin Calderón, que de puños alejó Coloca (35’) y el susto que vivieron con la llegada en velocidad de Dixón Cruz, quien claramente fue derribado con falta por Mauricio Cuellár, pero que el central Salazar tampoco sancionó dentro del área, ahora con la complicidad del línea uno, Salvador Córtez.
La tónica fue la misma hasta el segundo tiempo, cuando después de los diez minutos, Pasaquina se acordó de jugar al fútbol, adelantó líneas y comenzó a tocar con más frecuencia la portería de Matías Coloca.
Pero el partido no mejoró en emociones. Solamente sirvió para aumentar la desesperación de los aficionados santanecos, quienes exigían el segundo gol, para terminar de sentenciar la victoria y celebrar con tranquilidad.
Sin embargo, el final fue un tanto dramático, con la expectativa de que Pasaquina pudiera sorprender y empatar el partido. Para fortuna de los tigrillos, a los burros les terminó faltando más argumentos y por ello se quedaron los tres puntos, que sirven como un aliciente, luego de dos derrotas consecutivas.